Las asociaciones de pacientes de las enfermedades crónicas más prevalentes en España han denunciado este jueves que las políticas de ajuste que se están aplicando en sanidad están llevando a algunos enfermos a abandonar sus tratamientos y a renunciar a comprarse las medicinas que necesitan para poder vivir.

"Cuando nos vendieron la aportación mínima de los fármacos lo hicieron como una manera de no consumir tan excesivamente medicamentos. Pero aquí los enfermos de cáncer tenemos un pequeño problema", según ha advertido la gerente de la GEPAC, Natalia Bermúdez.

El problema que tienen, según la representante del Grupo Español de Pacientes con Cáncer, es el siguiente: "los medicamentos que estamos consumiendo no lo hacemos por gusto, sino para poder sobrevivir, con lo que es bastante irónico que recortemos este consumo".

Una denuncia a la que se han sumado José Luis Jiménez, secretario de la asociación de pacientes coronarios APACOR; María Victoria Palomares, presidenta de FENAER, de enfermos respiratorios, y Ana Torredemer, presidenta de Neuroalianza, de personas con patologías neurodegenerativas.

También ha coincidido en esta opinión en un encuentro organizado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud Mercedes Maderuelo, gerente de la federación de diabéticos FEDE, y Antonio Ignacio Torralba, presidente de Conartritis, que representa a los pacientes con artritis.

En total, los pacientes que padecen estas enfermedades crónicas representan a más de 20 millones de españoles, que están constatando, según ha subrayado Maderuelo, cómo los ajustes motivados por la crisis están afectando al suministro de material y, por tanto, a la calidad de vida de los enfermos.

"No nos lo ponen nada fácil. Cada vez nos están metiendo más copago y repago. Los pacientes crónicos vamos a estar tomando la medicación de por vida y no pueden gravar más sobre nosotros porque cuanto más graven los recursos son menores y vamos a tener que decidir entre tomar la medicación, espaciarla o...", ha lamentado también Torralba.

Esta opinión es respaldada, según el representante de Conartritis, por una encuesta realizada entre sus asociados que señala que el 84 % de los pacientes con esta enfermedad considera que los ajustes están afectando al abordaje de esta patología y que el 78 % está encontrando dificultades a la hora de acceder a los tratamientos.

Una situación que también ponen de manifiesto los alérgicos, especialmente al polen, según Palomares, ya que los ajustes están haciendo que muchas familias con todos sus miembros enfermos, tengan que elegir a cuál ponérsela.

Según Jiménez, de APACOR, "las políticas de recortes se están planteando, en muchos casos, con una visión muy cortoplacista" porque si es mejor prevenir que curar no debería delimitarse nada que suponga evitar la enfermedad".

Por ello, ha abogado por desarrollar políticas sanitarias a largo plazo que incidan en la prevención y la rehabilitación y por el acceso a medios tecnológicos y farmacéuticos que en muchos casos, a su juicio, no significan un gasto mayor, sino una mejor utilización de los recursos.

La representante de los pacientes alérgicos considera que las administraciones están "recortando en prestaciones de todo tipo", unos ajustes que lleva a algunos enfermos a tener que ser hospitalizados, lo que resulta más caro a la larga para las instituciones. "Van a tener que gastarlo con creces en el futuro", ha apostillado.

Además, las asociaciones han hecho hincapié en que se están convirtiendo en prestadoras de servicios y no en colaboradoras, porque están ofreciendo algunos que tendrían que dar las administraciones, como por ejemplo la fisioterapia respiratoria, tal y como ha apuntado Palomares.

Estas asociaciones pretenden unir su voz para que las distintas administraciones escuchen sus reivindicaciones sobre estas patologías graves y se inclinen por diseñar una política sanitaria a largo plazo.