La Policía Nacional recibió una llamada en la Sala del 091 en la que unos padres solicitaban ayuda ya que su hijo, de 17 años de edad, se estaba comportando de una manera muy violenta y no podían con él.

Una dotación fue enviada al domicilio del requerimiento y allí se encontraron a un joven totalmente alterado y que había golpeado a sus padres cuando intentaban reducirle, al tiempo que había producido varios destrozos en el mobiliario familiar.

Los policías consiguieron reducirle y avisaron a los servicios sanitarios quienes después de administrarle calmantes ordenaron el traslado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Ya en el hospital cuando se le pasaron los efectos y cuando una enfermera se estaba interesando por su estado, el joven arremetió contra ella produciéndole lesiones con cuyo parte de los mismos se presentó en Comisaría para presentar la correspondiente denuncia.