El sector de libreros de la comunidad autónoma andaluza se ha congratulado de que la Junta de Andalucía haya liberado en los últimos días abonos que quedaban pendientes a los centros educativos, con vistas a que éstos puedan a su vez pagar al gremio, en concepto de los 'cheques-libro' que la administración autonómica debe abonar a estos profesionales como consecuencia de la aplicación en la región de la política de gratuidad de libros de texto escolares.

Así lo ha asegurado a Europa Press el tesorero de la Federación Andaluza de Libreros (FAL), Juan Rodríguez, que ha confirmado que los libreros están comenzando a recibir las transferencias de los centros educativos, con vistas a que en este mes de diciembre pueda quedar solventada la totalidad del débito.

El colectivo ya alertaba de que muchos de estos trabajadores se encuentran "con el agua al cuello" y que, de esta manera, no podían soportar más tiempo la tardanza. Así, estos pagos han permitido aliviar la situación de unos profesionales que, en muchos casos, han tenido que adelantar los pagos a proveedores.

La FAL sostiene que no es una situación inusual, pues desde que se iniciara el actual contexto socioeconómico de crisis los libreros conviven con tesituras idénticas. Con todo, las circunstancias empeoran este año, en el que las cifras de facturación del gremio han caído este año en un 50 por ciento con motivo del curso escolar como consecuencia de la no renovación de libros de texto por los currículos educativos derivados de la nueva reforma y el "intrusismo" mediante el cual se procede a la venta directa de material por parte de asociaciones de madres y padres de alumnos y centros

El colectivo asegura comprender la delicada situación económica y financiera de la administración, si bien recuerdan que las editoriales han seguido proveyendo de libros y que, "como suele ocurrir, la cadena se rompe por el eslabón más débil".