La CIG ha anunciado este martes que retomará las movilizaciones en el sector naval ante la crisis que atraviesa esta industria, de la que ha responsabilizado al Gobierno central y a la Xunta, por no adoptar medidas políticas para reactivar el sector; y a los empresarios, por no decir públicamente que, con el nuevo tax lease, "no es viable" la contratación de barcos.

Más de un centenar de delegados del sindicatos se han reunido este martes en el Centro Cívico de Teis, en una asamblea, en el que los responsables de CIG-Metal, Manuel Simón; y de CIG-Naval, César Rodríguez, han analizado la situación "agonizante" del sector, y ha advertido de la necesidad de retomar las movilizaciones frente al inmovilismo de los organismos públicos, de las asociaciones patronales, e incluso, de otros sindicatos.

Simón ha destacado que el sector naval vigués "lleva tres años muerto" y que, pese a anuncios como el desembarco de Pemex en el accionariado de Barreras, no se recupera la actividad, se cierran empresas y se pierde empleo, con la "complicidad" de los empresarios, que aprovechan las circunstancias para precarizar las condiciones de los operarios que aún conservan sus puestos de trabajo.

Por su parte, César Rodríguez ha repasado la situación de los astilleros en la ría de Vigo, la mayoría sin carga de trabajo, o a punto de entregar sus últimos encargos. A ese respecto, ha advertido de que, pese a las "campañas de propaganda", "la única realidad es que se han cerrado más de 100 auxiliares, no hay carga de trabajo desde hace dos años, y miles de personas se han ido a la calle".

Por ello, la CIG ha animado a sus delegados a iniciar actos reivindicativos en los propios centros de trabajo, así como a participar en otros actos de protesta para "denunciar la falta de política industrial" y para trasladar a la sociedad "la situación real" del sector.

CONCENTRACIÓN

El calendario de movilizaciones se ha iniciado este martes con una concentración ante la sede de Asime. Tras la celebración de la asamblea, los delegados del sindicato nacionalista marcharon en manifestación hacia la sede de la patronal del Metal, donde tenían previsto encerrarse, algo que no pudieron hacer debido a la importante presencia policial.

Así, el centenar de manifestantes fue recibido en la puerta de Asime por un fuerte dispositivo policial, con una veintena de agentes antidisturbios, con apoyo de un helicóptero. Tras permanecer unos minutos concentrados y gritando consignas contra Asime, los delegados siguieron su marcha, de vuelta al Centro Cívico de Teis, donde se disolvieron.