Una mujer de 44 años ha fallecido la madrugada de este sábado a manos de su exmarido, quien ha confesado el crimen, en la localidad madrileña de Torrelaguna, según han informado a fuentes de Emergencias 112.

Una primera llamada al 112, efectuada por unos vecinos en torno a las 2.55 horas, ha alertado de que un hombre estaba golpeado a una mujer en el número 19 de la calle del Longar, en Torrelaguna, en un garaje.

Poco después, el agresor ha llamado para confesar el homicidio. El personal sanitario del SUMMA-Protección Civil solo han podido confirmar el fallecimiento de la mujer, que presentaba severos traumatismos craneoencefálicos y faciales.

Al lugar de los hechos también se ha desplazado una unidad de la Guardia Civil, que ha detenido al asesino confeso y ha abierto una investigación.

El detenido, de 36 años de edad, tiene doce antecedentes por malos tratos y quebrantamiento de condena: uno fue por maltratar a otra mujer en El Casar (Guadalajara) y los otros once referidos a su expareja.

La sucesión de denuncias contra la fallecida comenzaron en 2007 y en la actualidad el detenido tenía en vigor una orden de alejamiento sobre la mujer.

Aún así acudió hasta la vivienda de la víctima en Torrelaguna, donde la mujer vivía con el hijo de ambos —cuando ocurrieron los hechos estaba sola—. La Guardia Civil hacía un seguimiento de la víctima y no tenía constancia de que últimamente el presunto agresor hubiese estado en la localidad, de la que no es vecino.

El hombre ya había advertido de sus intenciones en varias ocasiones. Uno de los vecinos del pueblo ha explicado que Raúl G.G. "comentó alguna vez que la iba a matar".

Raúl G.G. admitió a los servicios de emergencia que había cometido el supuesto crimen. "La tenía que matar, me hacía la vida imposible", dijo, según precisaron fuentes de la investigación.

El vecino consultado también ha comentado que el supuesto agresor "estaba obsesionado", así como que la pareja separada "tenía problemas".

Otro vecino, que reside en la misma calle que la víctima, señaló que en los últimos meses no habían visto a Raúl G.G. por la zona, aunque su presencia era habitual meses antes. "Desde verano o así −comentó− no le habíamos visto, pero en verano sí que estuvo por aquí".