Yousuf Karsh, el fotógrafo que mejor retrató a los 'vips'

  • Hizo casi 20.000 retratos a grandes personalidades y artistas del siglo XX. Casi todas las fotos han adquirido la condición de imágenes oficiosas de los modelos.
  • Nacido en Armenia y emigrado a Canadá, su estilo elegante y dramático llegó a ser tan notable que se convirtió en un adjetivo y se habla de fotos de estilo 'karshed'.
  • La National Portrait Gallery de Washington dedica dos antologías al hombre que tuvo ante su objetivo a Churchill, Bogart, Castro, Einstein, Indira Gandhi, Hemingway...
  • "Solamente me apena no haber retratado a Hitler, Stalin y Mussolini", decía.
Montaje con tres de los retratos de Karsh. Desde la izquierda, Jacqueline Kennedy Onassis, Humphrey Bogart y Ernest Hemingway
Montaje con tres de los retratos de Karsh. Desde la izquierda, Jacqueline Kennedy Onassis, Humphrey Bogart y Ernest Hemingway
National Portrait Gallery, Smithsonian Institution
Montaje con tres de los retratos de Karsh. Desde la izquierda, Jacqueline Kennedy Onassis, Humphrey Bogart y Ernest Hemingway

Posar ante Yousuf Karsh (1908-2002) era ceremonial. Los modelos sabían que de la sesión saldría el retrato que se convertiría, como sucedía una vez y otra, en la imagen que más conocida por el público, la foto, podríamos decir, oficiosa e icónica del personaje, la que, dado el caso y pasados los años, sería utilizada en un sello de correos. Era de tal poderío el estilo del artista que su apellido dió origen a un adjetivo: se hablaba de fotos karshed (karsheadas).

Nacido en Armenia —en una zona que hoy pertenece a Turquía— y crecido en el salvaje tiempo del genocidio de su pueblo (entre uno y dos millones de muertos) a mano de los militares turcos, Karsh fue enviado por su familia a Canadá cuando tenía 16 años. Vivió en Quebec, donde su tío, George Nakash, tenía un estudio de fotografía. Como al muchacho le gustó el oficio, la familia costeó que estudiara en Boston (EE UU) con John H. Garo, un retratista fascinado con el estilo pictorialista y espirirual de Julia Margaret Cameron.

Dos minutos para retratar a Churchill

El alumno superó pronto al maestro: en 1931 Karsh ya tenía estudio propio en Ottawa y empezó a recibir encargos oficiales del gobierno del país para retratar a dignatarios extranjeros en visita oficial. En 1941 hizo la foto del Primer Ministro del Reino Unido Winston Churchill donde el político, con la mano derecha apoyada en el respaldo de una silla y la izquierda, colocada a la altura de los riñones, abriendo la chaqueta, muestra una ferocidad —muy acorde con los tiempos de la II Guerra Mundial— que valió al retrato y al personaje el epíteto de leonino, aunque lo cierto, como explicó el fotógrafo, es que el inglés estaba de muy mal humor y sólo le concedió dos minutos para hacer la foto.

A partir de entonces Karsh fue reclamado durante seis décadas por todas las grandes personalidades de la cultura, el arte, la política, la sociedad, la ecomía o la religión. Las biografías del fotógrafo han calculado que retrató a 51 de las cien personas más influyentes del siglo XX y a muchos otros vips, hasta llegar a la cifra de casi 20.000 modelos. Con el desapego que mostraba habitualmente por su trabajo, el artista declaró en alguna ocasión: "Solamente me apena no haber retratado a Hitler, Stalin y Mussolini".

Dos exposiciones consecutivas

La National Portrait Gallery de Washington programa Yousuf Karsh: American Portraits (Yousuf Karsh: retratos estdounidenses) , una gran retrospectiva de uno de los fotógrafos fundamentales del siglo XX. Dado el volumen de las obras que serán exhibidas, unas 200, la muestra estará en cartel dividida en dos partes consecutivas. La primera ya está abierta y se prolongará hasta el 27 de abril de 2014 y la segunda está programada entre el 2 de mayo y el 2 de noviembre.

"Yousuf Karsh ha creado algunos de los retratos fotográficos más emblemáticos de nuestro tiempo", dice Kim Sajet, director de la National Portrait Gallery. "No sólo tenía la extraña habilidad de amplificar el carácter de una persona, sino que también ofrecía a la gente común la oportunidad de vislumbrar las vidas privadas de los hombres y mujeres que dieron forma al siglo XX", añade el responsable del museo para quien el estilo de Karsh puede está basado en la idea de que  "el corazón y la mente son el verdadero objetivo de la cámara".

Iluminación portatil

El poder de los retratos de Karsh —que no siempre trabajaba en estudio, porque a veces se trasladaba,  con material de iluminación portátil, al lugar donde estaba el modelo— sirvió a tantos famosos que no ha lugar a enumerar una lista completa. Valgan estos ejemplos: Muhammad Ali, Humphrey Bogart, Fidel Castro, Albert Einstein, Indira Gandhi, Ernest Hemingway, Audrey Hepburn, Juan Pablo II, Jacqueline Kennedy, Pablo Picasso, Andy Warhol, Frank Lloyd Wright, Grace Kelly, Walt Disney...

Algunos críticos no incluyen a Karsh entre la nómina de los mejores retratistas del siglo pasado —en la que figuran Richard Avedon, Irving Penn y Arnold Newman— porque le acusan de ser demasiado ceremonial y de recurrir con demasiada frecuencia al uso de las manos de los modelos como contrapunto al rostro. Al maestro le importaban poco las críticas.

Hasta su muerte consideró que hacer retratos era un oficio simple y que no tenía necesidad de establecer complicidades con los modelos: "Ellos están a un lado y yo a otro. No somos amigos ni lo seremos nunca. Ellos posan y yo manejo una cámara. Eso es todo". Cuando le preguntaban los promenores o detalles de tal o cual sesión, el anecdotario de los famosos, decía: "No pasó nada especial. En realidad, nunca pasa nada".

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