El conseller de Interior de la Generalitat, Ramon Espadaler, ha defendido nuevamente la presunción de inocencia de los ocho mossos imputados por el caso Raval y ha advertido que en caso de que haya una condena judicial "estaríamos ante un caso aislado y excepcional y evidentemente condenable". Espadaler, ha abierto la puerta a retirar la suspensión cautelar de trabajo y parte del sueldo aplicada a los agentes en caso de que la jueza levante su imputación en las próximas semanas.

Espadaler comparece este jueves en el Parlament para dar explicaciones por la muerte de Juan Andrés Benítez, el empresario del Gaixample que murió poco después de ser reducido por una decena de agentes de los Mossos d'Esquadra.

El conseller defendió que los Mossos siguen una política de "tolerancia cero" contra las actuaciones ilícitas y reiteró que "hay que llegar hasta el final y esta es la intención de Interior y del Cuerpo de Mossos d'Esquadra" en este caso.

Ramon Espadaler consideró que "es improbable que se mantengan todas las imputaciones de la totalidad de los agentes en los términos que se formularon en su día", por lo que anunció que "se podrán levantar medidas cautelares".

El conseller de Interior volvió a referir la cronología de los hechos haciendo suya la declaración de los agentes imputados ante la jueza. Así, sostuvo que Benítez tenía ya sangre en los brazos y la cara antes de la reducción violenta que practicaron los Mossos.

Espadaler insistió en diversas ocasiones a la "agresividad" de la víctima, y refirió que una mosso fue cogida por el pelo y sacudida por Benítez y citó hasta seis supuestos testigos que así lo corroboraban. El titular de Interior concretó que Benítez dio un mordisco a la mosso, un extremo que sólo ha confirmado la propia agente y que sus compañeros no corroboraron ante la jueza.

El diputado de Unió dudó nuevamente del atestado policial elaborado por la Policía Nacional e indicó que presenta "contradicciones e incongruencias".

El conseller destacó que comparecía a petición propia en la cámara pero concedió que cuatro grupos de la oposición lo pidieron, también, en comisión. Después de recordar la elevada tasa de paro y de inmigración del barrio del Raval, donde sucedieron los hechos el pasado 5 de octubre, Espadaler recalcó que "la comisaría de Ciutat Vella se situa en un contexto complejo".

Los ocho agentes imputados por el caso Raval comparecieron el miércoles ante la jueza, donde declararon que la reducción de Benítez comenzó después de que éste agrediera a una agente cogiéndola del pelo y sacudiéndola. Reconocieron que propinaron puñetazos y patadas a la víctima pero matizaron que se trataba de una "técnica" policial.

La diputada d'ERC Gemma Calvet lamentó la "fragilidad" de los Mossos como servicio público debido a las últimas polémicas intervenciones y a la falta de recursos por la crisis económica. Calvet preguntó por numerosos detalles del caso a Espadaler, "preocupados" por unos hechos "graves". Los republicanos inquirieron si la ambulancia fue requerida para atender a los mossos o bien para el detenido.

El diputado del PSC Xavier Sabaté ha pedido a Espadaler que "asuma más responsabilidades" y le espetó que "debe acometer relevos para recuperar la credibilidad del cuerpo porque está en entredicho". Sabaté amenazó con la presentación de una moción en el plenario que implicaría debatir el futuro del jefe de Interior.

Desde el PPC, Pere Calbó volvió a pedir la destitución del director de los Mossos, Manel Prat, y denunció que existe "una creciente mossofobia" que, según dijo, responde a una "estrategia de deslegitimación" orquestada por algunos movimientos sociales.

Jaume Bosch, diputado de ICV-EUiA, le preguntó a Espadaler si se compromete a dimitir en caso de que se demuestre la culpabilidad de los mossos en el caso Raval. Bosch recordó que este jueves se cumple, "ironías del destino", un año de la agresión a Ester Quintana, la mujer que perdió un ojo, presuntamente, por el efecto de las balas de goma durante la huelga del 14-N.

ICV se sumó también a la petición de de dimisión de Prat y, en caso de que no sea así, pidió que dimita el propio conseller.

Carlos Carrizosa (Ciutadans) cuestionó "como puede ser que en una mera trifulca de barrio, con una persona desarmada,esta persona muera después de la intervención policial" y pidió responsabilidades políticas.

Desde la CUP, David Fernández lamentó el "abuso, brutalidad e impunidad" de la actuación de los Mossos, no sólo en el caso Raval. Sobre la versión policial que dice que Benítez se dio golpes de cabeza contra el suelo, Fernández criticó que "remite al franquismo, cuando decían que había autolesiones".

Concluyó las intervenciones de los grupos Lluís Guinó (CiU), quien pidió que no haya "ningún tipo de encubrimiento ni de mala praxis".