La juez obliga a los mossos del Raval a comparecer en el juzgado cada quince días

  • Los mossos justifican los golpes como 'técnica policial'.
  • Son los cuatro primeros imputados en declarar por el caso del empresario que murió en el Raval tras ser reducido violentamente por los Mossos.
  • Un agente ha confirmado que propinó cinco puñetazos pero negó que fueran en la cabeza. Según dijo, le dio una patada para advertir a una compañera.
  • Un agente ha afirmado que los gritos de la víctima eran "de rabia, no de dolor" y que le propinó un rodillazo en el muslo, una "técnica" policial.
  • Una mosso ha llevado su camisa manchada de sangre para demostrar que Benítez ya estaba herido cuando fue reducido por una decena de mossos.
  • La policía ha declarado que Benítez se dio golpes contra el suelo.
Manifestantes se han concentrado ante la Ciutat de la Justícia para reclamar justicia por la muerte de Juan Andrés Benítez.
Manifestantes se han concentrado ante la Ciutat de la Justícia para reclamar justicia por la muerte de Juan Andrés Benítez.
Pol Solà/ACN
Manifestantes se han concentrado ante la Ciutat de la Justícia para reclamar justicia por la muerte de Juan Andrés Benítez.

Los cuatro agentes de los Mossos d'Esquadra que ya han comparecido ante la jueza que investiga el caso del Raval han declarado que empezaron la reducción de Juan Andrés Benítez después de que éste agrediera a una agente cogiéndola por los cabellos y sacudiéndola.

La jueza ha impuesto a los ocho mossos la obligación de comparecer cada quince días en el juzgado, al considerar que hay posibilidad de que eludan la acción de la justicia y ante la gravedad de las penas que afrontan. Según han informado fuentes judiciales, la titular del juzgado ha acordado esta noche "in voce" esas medidas cautelares.

La mossa ha llevado a la sala la camisa de su uniforme, manchada con la sangre de Benítez, para demostrar que ya estaba herido, y unas fotografías para mostrar las marcas de un supuesto mordisco sufrido en el brazo.

La agente ha explicado que el empresario se estuvo dando cabezazos repetidamente contra el suelo -una versión que sus dos compañeros no han corroborado porque quedaba fuera de su campo visual-, al tiempo que la agarraba a ella por los cabellos y seguía resistiéndose con fiereza a los agentes.

Los cuatro, según su abogado José María Fuster-Fabra, han defendido toda la actuación y lo han calificado de "correcto".

Uno de los agentes confirmó que propinó cinco puñetazos a Benítez cuando éste ya estaba en el suelo pero defendió que se trata de una técnica de reducción policial y que no le dio en la cabeza, tal como informó la Policía Nacional, sinó en el costado. El mismo agente, dio una patada a la víctima que, según declaró ante la juez, fue para advertir a una compañera que estaba ya encima de Benítez.

Por la mañana, uno de los mossos d'esquadra imputados ha justificado ante la jueza los rodillazos que él mismo le propinó porque, según su versión, son una técnica de reducción prevista en los protocolos, y ha afirmado que los gritos que daba la víctima eran "de rabia, no de dolor".

Ante la titular del juzgado de instrucción número 20 de Barcelona, que investiga la muerte del empresario del Gaixample en el barrio barcelonés del Raval tras ser reducido por los Mossos, han declarado este miércoles tres de los ocho mossos d'esquadra imputados.

El primero en declarar ha defendido que la operación de reducción del empresario fue correcta y acorde a las técnicas de inmovilización que se enseñan a los mossos d'esquadra durante su formación en la Escuela de Policía.

Según ha explicado, cuando él y su compañera llegaron al lugar de los hechos, Benítez y el vecino con quien se había peleado todavía se estaban propinando algún golpe, y el empresario tenía sangre en la cara. Cuando le pidieron que se identificara, Benítez les dio el nombre y la fecha de nacimiento, pero les dijo que no tenía la documentación encima y que vivía muy cerca de allí.

Cuando hizo el gesto señalando su casa y parecía que se quería dirigir hasta allí, la mossa interpretó que quería irse y le dijo a su compañero que parara a Benítez. Fue entonces cuando Benítez habría cogido del pelo a la agente y la habría echado al suelo de un fuerte tirón, según la versión del imputado.

El agente se echó encima de Benítez para detenerlo y empezó la reducción por parte de varios agentes. Fue en este momento cuando este agente admite haberle dado golpes de rodilla de "distracción" en el muslo, como marca el protocolo. La jueza ha mostrado al imputado los vídeos de los vecinos, donde el agente se ha reconocido. Preguntado sobre el supuesto mordisco que Benítez hizo a la mossa, el agente ha dicho que él no lo vio.

Camuflados por sus compañeros

De los ocho agentes imputados, cuatro está previsto que declaren este miércoles por la mañana, y el resto lo harán por la tarde. Están imputados por delitos contra la vida, contra la integridad moral, coacciones y obstrucción a la justicia. Los agentes han llegado a las 9.00 horas a la Ciutat de la Justicia de Barcelona acompañados por otros policías, que han entrado con ellos hasta la puerta de la sala de vistas.

La imagen ha creado sorpresa, porque habitualmente los mossos imputados en otros casos han entrado al juzgado por conductos internos o sin hacerse ver tanto por la prensa. También ha sorprendido la imagen de algunos de ellos con gafas de sol, gorras o bragas que les tapaban la cara.

Simultáneamente, poco más de 50 vecinos del Raval, miembros del colectivo yayoflautas y de las entidades de apoyo a Juan Andrés Benítez se han concentrado durante unos minutos ante la Ciutat de la Justicia para protestar contra la "impunidad policial" y reclamar justicia por la muerte del empresario.

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