Nueve años y medio de prisión para el hombre que intentó asesinar al hostelero de Suances

La Sección 1 de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a nueve años y medio de prisión al hombre que intentó asesinar al hostelero e hijo del dueño de un restaurante de Suances y agredió a un cliente.
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EUROPA PRESS
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La Sección 1 de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a nueve años y medio de prisión al hombre que intentó asesinar al hostelero e hijo del dueño de un restaurante de Suances y agredió a un cliente.

El tribunal considera que acusado, P.G.M., es autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, con la atenuante de reparación parcial del daño, por lo que le condena a la pena de siete años y medio de prisión.

También le condena, como autor de un delito de lesiones con arma, igualmente con la atenuante de reparación del daño, a la pena de dos años de prisión.

Además, el acusado, que durante el juicio se acogió a su derecho a no declarar, deberá pagar una indemnización total de 3.650 euros, más la cantidad que se determine en ejecución de sentencia por las lesiones físicas y psíquicas causadas al hostelero.

Los hechos ocurrieron el 11 de octubre del año pasado en el interior de un restaurante de Suances, propiedad del padre de la víctima. El agresor, P.G.M., que carecía de antecedentes penales, también causó lesiones a otro cliente que medió entre ambos.

Sobre las cuatro de la tarde, el acusado estaba hablando con el hijo del dueño y otro hombre y, en un momento dado, y sin motivo aparente pero con el ánimo de atentar contra la vida del primero, se colocó detrás de él y sacó un arma punzante que no ha sido identificada, posiblemente una navaja o un punzón.

Acto seguido, le agarró por el cuello y le atacó con el arma en la cabeza, el cuello y el tórax, y a continuación le tiró al suelo, donde siguió golpeándole con el arma.

Ante este hecho, el otro hombre que participaba en la conversación intervino, tratando de separarles y, si bien lo consiguió, P.G.M. se dirigió hacia él y el provocó heridas en la frente, el antebrazo y la zona clavicular.

Finalmente, las dos víctimas lograron zafarse del ataque y aunque fueron perseguidos por el agresor, que corrió tras ellos con un machete de unos 33 centímetros que estaba en la parrilla del local, no pudo seguir agrediéndoles ya que ambos se refugiaron en una discoteca próxima al lugar.

La Fiscalía entendió que estos hechos constituyen un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de lesiones con arma, por los que pidió ocho y tres años de cárcel, respectivamente; mientras que la acusación particular pidió nueve años por un delito de homicidio en grado de tentativa y tres por el de lesiones.

Por su parte, la defensa argumentó que se trataba de dos faltas de lesiones y otra por sacar armas en una riña, solicitando una pena de 12 días de localización permanente por cada una de las dos primeras faltas y otra de 15 días de multa de cinco euros diarios por la segunda.

La Audiencia considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa porque tanto el instrumento empleado, un objeto punzante, como los lugares a los que se dirigieron los cortes (órganos vitales de la región occipital, cervical y hemitórax) "evidencian una intención homicida".

También, continúa el magistrado, concurre la alevosía de sorpresa, porque el ataque contra el hostelero era "totalmente imprevisible" para éste, que no pudo defenderse. "Era impensable que un amigo con el que estaba charlando tranquilamente pudiese intentar acabar con su vida", señala la sentencia, que además recuerda que el ataque se produjo por la espalda de la víctima, que no se percató del mismo y que además estaba "totalmente confiado y ajeno a las intenciones" del agresor.

Respecto al otro cliente, la Audiencia estima que sufrió un delito de lesiones, ya que el acusado empleó contra él un instrumento peligroso, un objeto punzante, con el que le causó tres heridas.

Sin embargo, admite la atenuante de reparación del daño que alega el Ministerio Público, ya que el acusado pagó 1.000 euros a sus víctimas antes de la celebración del juicio.

En este sentido, el juez rebaja la pena de asesinato en grado de tentativa a siete años y medio de prisión y la del delito de lesiones a dos años.

Durante el jucio se vio lo sucedido en el interior del establecimiento hostelero por la grabación de la cámara de seguridad y respecto a lo ocurrido en el exterior, la sala ha considerado que los testimonios de las víctimas son "creíbles y verosímiles".

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