La quiebra de Detroit pone en riesgo de privatización las 65.000 obras de arte de un gran museo

  • El Detroit Institute of Arts, una de las mejores pinacotecas de los EE UU, podría vender su patrimonio para saldar las deudas milmillonarias de la ciudad.
  • Montado con el mecenazgo de los potentados de la industria del automóvil, tiene una colección con  piezas de Bellini, Van Gogh, Matisse, Picasso, Bruegel...
  • La casa de subastas Christies' está preparando un informe sobre el valor de mercado de las mejores 3.100 obras de arte de la colección.
Entrada principal del museo de Detroit
Entrada principal del museo de Detroit
Courtesy DIA
Entrada principal del museo de Detroit

La ciudad de Detroit, la primera gran urbe de los EE UU en declarar suspensión de pagos, podría echar mano de una solución drástica, polémica y dolorosa para paliar la quiebra y la deuda, estimada por las autoridades locales en 18.500 millones de dólares (unos 13.500 millones de euros). Gran parte de esta cantidad ingresaría en las arcas locales si la ciudad se desprende de una de las colecciones de arte público más importantes del país, la del Detroit Institute of Arts (DIA).

Los gestores locales le están dando vueltas a la posibilidad de vender las piezas más emblemáticas y valiosas de las 65.000 de la colección permanente del DIA, fundado en 1883 y elevado hasta los primeros puestos del ranking de excelencia de los museos estadounidenses gracias al padrinazgo, las donaciones y el mecenazgo de las grandes empresas de automóviles de la llamada Motor City (Ciudad del Motor)-, que albergó las mega factorías de las Big Three (las tres grandes, General Motors, Ford y Chrysler).

El primer Van Gogh comprado por los EE UU

Según las tasaciones que han circulado en las últimas semanas no es exagerado pensar que la venta de algunas de las obras del DIA, que es propiedad de la ciudad y está regido por un patronato, bastaría para rebajar sustancialmente la cifra que Detroit adeuda a sus acreedores. Sólo los cuatro óleos de Van Gogh que tiene el DIA en su colección podrían alcanzar un valor mínimo de casi cien millones de euros cada uno —bastante más en el caso del autorretrato del artista con sombrero, el primer Van Gogh comprado en los EE UU, en 1887—.

La soberbia colección del DIA no se detine ahí. Contiene obras de valor imposible  de calcular, como The WeddingDance (Pieter Bruegel el Viejo, 1566), Madonna and Child (Giovanni Bellini, 1509) y The Visitation (Rembrandt, 1640) y piezas de grandes maestros del siglo XX como Picasso y casi todos los expresionistas, impresionistas y modernistas. Lo mejor para tener constancia de qué tipo de lote artístico estamos hablando es pasear por la web del museo, que dispone de un muy buen buscador por estilo, nombre, época, movimiento y país.

Los lebreles tras la presa

Las casas de subastas han lanzado a sus lebreles tras la presa. El diario Chicago Tribune acaba de revelar que el DIA ha recibido constantes visitas de representantes de Christie's para echar un vistazo a las 6.000 obras que están a la vista del público y las casi 60.000 más que la pinacoteca guarda en sus estancias de conservación.

Los tasadores suelen acudir los lunes, día en que el museo está cerrado al público. En cuestión de semanas van a presentar dos estimaciones: el valor de las 450 0bras más importantes y el de las 3.100 seleccionadas a continuación como más valiosas. Las evaluaciones han sido solicitadas por Kevyn Orr, nombrado gestor provisional de emergencia de la ciudad durantre el proceso de suspensiónb de pagos.

"Cualquier solución"

La posible monetarización de la colección ha sido criticada por manifestantes que se han reunido ante el DIA para pedir que las obras de arte sigan siendo públicas y no se vendan. Pero Orr ha declarado que está dispuesto a adoptar a "cualquier solución" que permita sortear la quiebra de la ciudad.

Con casi 70.000 metros cuadrados de extenisón, el DIA, que el año pasado fue visitado por casi 600.000 personas, tiene cien salas de exposiciones. El edificio, diseñado por el arquitecto neoclasicista Paul Philippe Cret, tiene un patio decorado con el gigantesco mural Detroit Industry, or Man and Machine, uno de los trabajos más impresionantes del mexicano Diego Rivera. Los frescos fueron pagados por Edsel Ford, hijo del magnate del automóvil Henry Ford.

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