La consejera de Educación del Gobierno vasco, Cristina Uriarte, ha mostrado su "firme" compromiso con la defensa de los derechos lingüísticos de los vascoparlantes, y ha considerado que el incremento en el número de incidencias registrado en 2012 por el Servicio para la Garantía de los Derechos Lingüísticos es un dato positivo, porque refleja la existencia de una mayor "conciencia" sobre este asunto.

Uriarte ha respondido de esta forma, durante el pleno de control que celebra este viernes el Parlamento vasco, a una pregunta de EH Bildu sobre las intenciones del Ejecutivo respeto a la defensa de los derechos lingüísticos de los vascoparlantes.

El parlamentario de la coalición 'abertzale' Xabier Isasi ha denunciado que los derechos de este colectivo siguen siendo "vulnerados" en Euskadi, y ha puesto como ejemplo las 1.432 quejas registradas en 2012 por el Observatorio de Derechos Lingüísticos-Behatokia.

La consejera de Educación y Política Lingüística ha asegurado que en los últimos años se ha producido un "gran avance" en el conocimiento y el uso del euskera, pese a lo que ha reconocido que "aún queda mucho por hacer" en esta materia.

"bilingüismo equilibrado"

Uriarte ha explicado que el objetivo es avanzar hacia un "bilingüismo equilibrado", lo que supondría la verdadera garantía de que cada persona pueda ejercer su opción lingüística sin trabas ni obstáculos.

El Ejecutivo, tal y como ha afirmado tiene el "firme" compromiso de garantizar los derechos lingüísticos de los ciudadanos, sean vascoparlantes o castellanoparlantes. Con ese fin, ha recordado que el Servicio para la Garantía de los Derechos Lingüísticos-Elebide, dependiente del Ejecutivo, desarrolla iniciativas de información y sensibilización.

Este organismo, además, recoge quejas y sugerencias de los ciudadanos. Uriarte ha afirmado que el incremento de un 15 por ciento en las incidencias registradas por Elebide en 2012 -se recogieron 340—, es un dato positivo, dado que demuestra que existe una mayor "conciencia y sensibilidad" social en relación a la necesidad de defender los derechos lingüísticos.