El payaso Ronald McDonald es la nueva 'víctima' de la 'pasantía' de Banksy en Nueva York

  • El artista recrea a la mascota de la hamburguesería, "el personaje más reproducido tras Jesucristo", y coloca a un actor disfrazado de niño lustrándole los zapatos.
  • Pondrá la figura de fibra de vidrio de tamaño humano frente a un restaurante de 'fast-food' de McDonald's cada día a la hora de la comida durante una semana.
  • La acción forma parte del  mes de 'asalto' del artista a la ciudad estadounidense.
  • Banksy derriba a Dumbo con un misil.
Foto distribuida por Banksy sobre la acción contra McDonald's
Foto distribuida por Banksy sobre la acción contra McDonald's
© Banksy
Foto distribuida por Banksy sobre la acción contra McDonald's

El mes de pasantía de Bansky en Nueva York toma cuerpo y asciende en intensidad, humor, crítica e inteligencia. El artista callejero no bromeaba cuando anunció que durante octubre atacará las calles de la ciudad como si la superficie entera de la megalópolis fuese una galería a la que hubiese sido invitado para realizar una residencia artística.

La diferencia con los creadores tradicionales es clara: a Banksy no hace falta que nadie le invite ni el artista pide financiación para su pasantía, pagada por sus propios medios y sin padrinazgos y titulada con un lema que lo dice todo como grito de protesta contra el arte, este sí subvencionado, encerrado en las galerías y los museos: Better Out Than In (Mejor afuera que dentro).

"Utilizar la hostilidad para ser más fuerte"

Hasta ahora el radical grafitero, muralista y activista del street art comprometido ha dibujado unos cuantos murales: un castor que parece haber roído una señal de regulación de aparcamiento, un siniestro sacerdote que ofrece confesiones dentro de bloque de hormigón armado, un homenaje a las víctimas del 11-S, un grafiti lleno de vitriolo en la que un pintor de brocha gorda escribe en la pared esta frase: "Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad". En la web Banksy explica sobre esta última obra: "Algunas personas me han criticado por usar fuentes que son un poco lowbrow (esta cita es de Gladiator), pero ¿sabéis qué? Voy a utilizar esa hostilidad para hacerme más fuerte, no más débil, como dijo (la cantante y celebrityKelly Rowland en (la edición de EE UU del programa de televisión) Factor X".

El prolífico artísta anónimo también ha producido un desternillante vídeo en el que unos milicianos vestidos con ropas árabes derriban con un misil a Dumbo —con una gloriosa patada final de un niño en la espinilla del responsable del ataque— y un par de acciones que van un paso más allá del arte callejero tradicional y entran de lleno en el terreno de la acción o el happening. En Siren of the lambs (La sirena de los corderos, en referencia a la primera película de la saga de Hanibal Lecter) llenó un camión de animales de peluche y los paseó por calles neoyorquinas cercanas a mercados mayoristas de carne mientras los bichos se lamentaban y gemían entre los barrotes de madera.

Venta callejera de obras originales

La segunda acción, que organizó en Central Park, era un puesto callejero de venta de obras originales de Banksy que ofrecía un figurante contratado al efecto mientras el artista grababa en vídeo cómo iban las cosas. Las piezas, que tenían un precio medio de 60 dóalres, unos 44 euros, no se vendieron demasiado bien y la caja del chiringuito al final de la jornada fue de 420 dólares (310 euros).

Hace unos días, en pleno desarrollo de Better Out Than In, Bansky, cuyas obras han llegado a venderse por casi 200.000 euros con marchantes por medio, declaró en una entrevista al diario Village Voice que "el éxito comercial es un fracaso para un grafitero" y que se plantea sacar su arte de las galerías y las subastas para devolverlo a la calle. "Empecé pintando en la calle porque era el único espacio que me permitía exponer. Ahora tengo que seguir pintando en la calle para demostrarme a mí mismo que no era una estrategia cínica", añadió

Objetivo, cualquier McDonald de Nueva York

La última víctima del gran pillastre de las calles es el payaso Ronald McDonald, la mascota-símbolo de la cadena de hamburgueserías McDonald's. Bansky ha recreado en fibra de vidrio una figura de tamaño real del clown, idéntica a la original —aunque con gesto serio y los zapatones rojos aún más desprocionadamente grandes— y anuncia en la web de la pasantía que la colocorá durante toda la semana y a lahora de la comida en la cercanía de cualquiera de los establecimientos de fast food de la cadena "en toda la ciudad" de Nueva York, donde hay casi 300 despachos de la cadena.

El toque Banksy es el actor que da lustre a los zapatos del payaso. Será un figurante ataviado como uno de los típicos niños-esclavos de la revolución industrial que son seña de identidad del artista y actuará como limpiabotas de la "imperturbable mascota", a la que se define en la audioguía incrustada en la web, como "el personaje más reproducido tras Jesucristo" en la cultura iconográfica de nuestro tiempo y el símbolo de una "megacorporación".

La empresa McDonalds, que tiene 68 millones de clientes al día en 119 países, y facturó más de 20.000 millones de euros en 2012, no se ha pronunciado por el momento sobre las intenciones del artista.

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