La empresa que promueve la mina de oro en la comarca de Bergantiños, Mineira de Corcoesto, ha reiterado este miércoles que está "decidida" a seguir adelante con el proyecto y que necesita unas semanas para cerrar las negociaciones con los inversores que permitan contar con los fondos propios que la Xunta le exige.

La decisión sobre cómo tratará de lograr la autorización la tomará cuando haya recibido la notificación de cancelación del Gobierno gallego y pueda consultar los fundamentos, han explicado fuentes de la empresa a Europa Press, que han reiterado que "lo único que está claro" es que Mineira de Corcoesto quiere seguir adelante.

La resolución del Gobierno gallego puede ser recurrida por vía administrativa y la compañía podría volver a presentar su propuesta pero modificándola según los requisitos exigidos. En ese caso, fuentes de la Xunta han indicado que tendría que volver a evaluarse el proyecto, pero han insistido en que el actual está en proceso de ser cancelado.

El Gobierno gallego comunicó verbalmente el pasado lunes al responsable de la empresa, que pertenece a la canadiense Edgewater, que se habían iniciado los trámites de cancelación del proyecto por falta de solvencia técnica y financiera. La Xunta había informado a principios del pasado julio a la compañía de que no cumplía los requerimientos y de que, en esas condiciones, no autorizaría los planes para extraer oro en una mina a cielo abierto.

Así, la Consellería de Economía e Industria dijo entonces a Mineira de Corcoesto que necesitaba acreditar "una solvencia mínima del 25% de fondos propios sobre la inversión del proyecto", lo que supone que la empresa debe reunir 27 millones en su balance como fondos propios, de los 110 que prevé invertir.

La empresa indicó en un comunicado este martes, tras conocer la decisión de la Xunta de iniciar la cancelación —confirmada por el presidente, Alberto Núñez Feijóo, en el Debate sobre el Estado de la Autonomía— que está cerrando las negociaciones con los inversores interesados en el proyecto y necesita más tiempo. Cualquier inversor, apunta la compañía, antes de dar su confianza realiza una auditoría y lleva la decisión a sus órganos de gestión.