La Diputación foral de Gipuzkoa plantea un nuevo impuesto sobre Sociedades, denominado ahora sobre el Beneficio de las Sociedades, que contempla un tipo impositivo del 28 por ciento para empresas con beneficios que superen los 200.000 euros y del 24 por ciento para los que no alcancen esa cifra, la supresión de las deducciones, una reserva especial para empleo e inversión, y un "innovador" sistema de incentivos en materia de investigación, innovación y medio ambiente.

La diputada foral de Hacienda guipuzcoana, Helena Franco, y la directora foral Itziar Miner han dado cuenta de esta propuesta que se prevé comience su tramitación en las Juntas el próximo noviembre y sobre la que esperan lograr el "mayor respaldo posible", ya que toma "como base" las conclusiones aprobadas en la ponencia del Parlamento guipuzcoano sobre la revisión de este gravamen.

Franco ha indicado que es "justo y lícito" que, en un entorno "competitivo", las sociedades o empresas con beneficios hagan una aportación "para que el resto del entorno siga siendo competitivo", y ése es el objetivo de este nuevo impuesto para cuya elaboración se ha contado con la participación de diversos agentes y el resto de departamentos forales en "un proceso multidisciplinar".

Según ha indicado, con este nuevo Impuesto sobre el Beneficio de Sociedades, se pretende "doblar" la capacidad de recaudación, asegurar la seguridad jurídica y vincular los incentivos a los beneficios, todo ello para lograr "equidad y progresividad". En este sentido, se plantea que las compañías tributen en función de sus beneficios y no de su tamaño.

CAMBIOS

Franco ha enumerado como principales cambios planteados en esta propuesta respecto al anterior Impuesto sobre Sociedades un nuevo sistema de incentivos con una reserva especial para el empleo e inversión y deducciones limitadas al 25 por ciento sobre la I+D+i y medio ambiente.

Miner ha apuntado que, hasta ahora, la reinversión de los beneficios extraordinarios "funcionaba a modo de exención", pero ahora se plantea su abono de modo "diferido" en los años siguientes cuando la inversión se reemplace por nueva inversión. "Se pasa de exención a diferimiento", ha indicado.

Por otro lado, algunos gastos, como los de representación, dejan de considerarse deducibles conforme a las medidas adoptadas por la Diputación para luchar contra el fraude fiscal, y el límite de deducción por gastos financieros se fija en el 30 por ciento del beneficio bruto de la sociedad. Si sus gastos son mayores, no podrá deducirlos. En el caso de sociedades con gastos financieros que no superen los 200.000 euros podrán deducirlo todo.

Reserva especial

Por otro lado, en cuanto a la reserva especial para la inversión y el empleo ha indicado que las sociedades con beneficios podrán destinar como máximo el 20 por ciento a la misma y esa dotación supondrá una disminución de la mitad de esa dotación en la base.

Según ha indicado, ese 20 por ciento podrá destinarse a la creación de empleo fijo, a I+D+i, a inversiones en activos extraordinarios como maquinaria o instalaciones, a actuaciones medio ambientales o acciones en el ámbito del euskara y la igualdad.

Miner ha explicado que con esta reserva se "refuerzan los fondos propios de las sociedades con el incentivo de que puede reducirse el 10 por ciento el impuesto", pero requiriendo para ello "compromisos" por parte de las compañías, "buenos para estas, para Gipuzkoa y para las personas".

Por otro lado, en cuanto al tipo impositivo, Miner ha puntualizado que se propone el mismo para pymes y otro tipo de empresas, del 24 por ciento para compañías con beneficio hasta los 200.000 euros y del 28 por ciento para aquellas que presenten beneficios mayores.

DEDUCCIONES

Por otra parte ha indicado que desaparecen "casi todas las deducciones que había hasta ahora", y sus funciones "se cumplen a través de la Reserva especial para empleo e inversión". Otros cambios son la desaparición de los régimenes especiales de EPSV y sociedades paatrimoniales, bonificación del 10 por ciento de la cuota para microempresas (con menos de diez trabjadores) y para las cooperativas.

En esl caso de estas últimas se les aplicará un tipo impositivo menor, del 18 por ciento en el caso de que no superen los 200.000 euros de beneficios y del 20 por ciento si lo hacen. Además, tendrán una bonificación del 33 por ciento en la cuota, en lugar del 50 por ciento como hasta ahora. Además, se premiará con una bonificación del 10 por ciento a las sociedades que cuenten con participación de sus trabajadores.

Miner ha indicado que el nuevo impuesto tendría "gran impacto" recaudatorio pero todavía es pronto para dar cifras, y Franco ha indicado que se propone un plazo de cinco años para "limpiar todo lo anterior" y aplicar los nuevos incentivos y deducciones.

Preguntada por el pacto fiscal alcanzado entre PNV y PSE, al que posteriormente se ha sumado el PP, y su diferencia con esta propuesta, Franco ha indicado que todavía no han visto el proyecto "concreto" de las citadas formaciones, pero, en todo caso, "no se parece en absoluto" a este impuesto que pretende ser "verdadero y progresivo".