Cómo tener las cuotas hipotecarias bajo control… o casi

  • Las condiciones son mejores en las hipotecas de interés variable, pero quedando a expensas de las idas y venidas del euríbor.
  • Podemos probar con un tipo mixto, con un porcentaje variable y otro fijo.
  • También puede valer un periodo inicial de 5 o 10 años fijo y luego a variable.
  • Podemos optar por una cuota blindada o fija, donde lo que varía es el plazo.
La hipoteca es la decisión económica más importante que toma una familia.
La hipoteca es la decisión económica más importante que toma una familia.
La hipoteca es la decisión económica más importante que toma una familia.

El número de hipotecas constituidas sobre viviendas se situó en 14.053 en el mes de junio, cifra inferior en un 42,2% a la del mismo mes de 2012. Ya van 38 meses de descensos. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el tipo de interés medio para los préstamos hipotecarios sobre viviendas alcanzó en junio el 4,43%, frente al 4,34% de un año antes.

Obviamente si las familias dejan de pedir hipotecas es porque no se lo pueden permitir, pero también porque los bancos ya no las dan con esa alegría de los tiempos del boom, alegría que hoy tanto lamentamos. El mercado de la vivienda está cambiando: menos hipotecas, más compras sin hipoteca y más alquileres.

En todo caso, la gran mayoría de préstamos hipotecarios están referenciados al euríbor o un IRPH –el sectorial que desaparece el 1 de noviembre– más un diferencial, en lugar de a tipo fijo. Los expertos de iAhorro aseguran que con este tipo de financiación a interés variable, las familias no tienen forma de controlar su presupuesto, que cambiará en función de cómo evolucionen los intereses en un futuro.

La oferta bancaria desincentiva la contratación de hipotecas fijas, ya que las condiciones son mucho peores que las variables. El problema es que si el euríbor sube a máximos, por ejemplo del 5%, los tipos que se pagarían se iban a disparar. Un riesgo para una familia endeudada a tipo variable.

Según iAhorro, hay varias formas de limitar los riesgos, la que suelen ofrecer los bancos y el cliente es incapaz de entender en la mayoría de casos, como son las permutas de tipo de interés o swaps, los caps o los collars. Derivados financieros muchas veces mal comercializados como "seguros de tipo de interés", cuya complejidad requeriría de un test de conveniencia en un mundo normal.

Las modalidades de limitación de variabilidad del interés más sencillas:

  • Un tipo mixto, con un porcentaje de la cuota variable y otro fijo (por ejemplo, al 50%). La cuota varía, pero en menor proporción que un tipo variable puro.
  • Un periodo inicial de 5 o 10 años fijo, para después aplicar un variable u otra fórmula de interés.
  • Revisiones de tipo de interés a varios años vista, en lugar de cada 6 meses o un año. El IRS hipotecario sería un magnífico indicador para revisiones a 5 años. En todo caso, no deja de ser arriesgado si varía mucho en el momento de la revisión.
  • Cuota blindada o fija; la mensualidad no varía, pese a estar la hipoteca referenciada a tipo fijo. Lo que varía es el plazo. Tiene sentido si la hipoteca se solicita a un plazo no muy largo.
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