El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha pedido la dimisión del presidente, Moshé Katzav, que ya se había comprometido a hacerlo si el fiscal general del Estado, Menahem Mazuz, decide finalmente procesarlo por varios delitos sexuales, inclusive por violación.
"Este es un día triste para el Estado de Israel, pero en la actual situación el presidente no puede continuar en sus funciones", dijo Olmert al iniciar una comparecencia pública en la Conferencia de Herzliya.
"No me cabe la menor duda de que Katzav no puede continuar siendo presidente", afirmó.
Katzav defiende su inocencia
Antes de estas declaraciones, el presidente, que siempre ha negado categóricamente los cargos que se le imputan, había afirmado que "si el fiscal general decide presentar el acta de acusación, me comprometo a dimitir, no me quedaré aquí ni un segundo más".
Katzav, que compareció acompañado por su mujer, Guila, explicó: "reconozco que debería, y tengo ganas de dimitir en este preciso momento, pero también es mi obligación defenderme".
"La ley no me exige dimitir, el fiscal general no me ha exigido dimitir, y no estoy dispuesto a rendirme a las calumnias", agregó lleno de ira.
Tres meses eximido de sus funciones
Confirmó que ha presentado una petición al Parlamento para que le exima de sus funciones de forma temporal, tres meses, mientras aclara la situación con el fiscal general.
Durante ese período de suspenso, las funciones de la Presidencia recaerán por primera vez en una mujer, la presidenta del Parlamento o Kneset, Dalia Itzik, abogada de 56 años y legisladora del Partido Laborista.
Según el presidente israelí, "nadie, ningún abogado, ha visto hasta ahora las acusaciones y las pruebas", por lo que está esperando a la audiencia preliminar con Mazuz para responder a ellas.
"Hace meses que mi familia, y yo personalmente, estamos bajo un agresivo y vergonzoso ataque", se quejó el presidente israelí antes de recalcar que: "a pesar de la humillación he respetado la ley, y me abstuve de responder para no obstaculizar la investigación".
Pero, añadió, "no pienso bajar la cabeza y dejar que atropellen mi honor. Me defenderé aunque tenga que luchar una guerra mundial. Voy a luchar para limpiar mi buen nombre".
En esta lucha dijo contar con el apoyo de su esposa, Guila, y de su familia.
De su situación, el presidente responsabilizó sobre todo a la prensa y afirmó que sus ataques "han sido terribles".
La posible condena
Katzav es sospechoso de graves delitos sexuales contra cuatro mujeres, entre ellos la violación de dos de sus ex empleadas.
La pena de 16 años está relacionada con la supuesta violación de una empleada suya de cuando era ministro de Turismo, entre los años 1998 y 1999.
En el caso de la otra violación, la de ex jefa de su gabinete, es de tres años de cárcel pues la cometió con el aparente consentimiento de la víctima pero abusando de su autoridad.
Una de las dos mujeres que lo demandaron, cuyas identidades se desconocen, dijo a los periodistas: "Me siento aliviada, la justicia comienza a asomar", alusión a quejas de parte de la abogada de una ex jefa de la oficina de la Presidencia acerca de que Katzav y sus abogados "orquestaron una campaña para desvirtuar los hechos reales".
Las cuatro demandas forman parte de un total de 14, pero las demás fueron descartadas porque han prescrito.
Katzav también es sospechoso de estafa por la adquisición de copas de plata, adquiridas con dinero público, con las que obsequió a familiares y amigos, delito cuya pena es de tres a cinco años de cárcel.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios