Los Bomberos de Pontevedra buscan el origen del fuerte olor a gasóleo que en la mañana de este lunes obligó a suspender la actividad en la escuela infantil de O Toxo en el barrio pontevedrés de San Roque.

Cuando los trabajadores de esta Escuela Infantil acudieron al centro a las 7.45 horas se encontraron con un "fuerte olor a una mezcla de gas o gasoil". "La concentración era muy importante después de todo el fin de semana con la guardería cerrada", explicaron los responsables del centro.

"Lo que hicimos fue no encender ninguna luz y abrir puertas y ventanas mientras se llamaba a los bomberos". En ese momento la dirección O Toxo avisó a los padres de los niños mediante un mensaje a los teléfonos móviles informando que se suspendía la actividad durante este lunes.

La llegada de los niños suele producirse a partir de las ocho de la mañana por lo que algunos padres se encontraron con la situación a la entrada de la guardería.

Algunos familias optaron por volver a sus casas con los niños o bien dejarlos con los abuelos, pero para quienes no había alternativa la Consellería de Benestar ofreció una acogida provisional en la guardería de Campolongo. Ante esta contingencia, el personal de O Toxo pasó a reforzar a sus compañeros de Campolongo, según han señalado las mismas fuentes.

Mientras tanto dos dotaciones del cuerpo de bomberos comprobaron las instalaciones de O Toxo. Además acudieron técnicos de Repsol para verificar el estado de la caldera y demás canalizaciones de gas, certificando que todo funcionaba correctamente.

Otros puntos inspeccionados

Durante el desarrollo de estas tareas se acercó hasta la guardería de O Toxo el director del Instituto Sánchez Cantón, que comunicó que en el centro escolar había "un fuerte olor a gasoil", por lo que un grupo de bomberos acudió hasta el centro para hacer mediciones. No fue la única alarma, ante la presencia de los bomberos varios vecinos de edificios de la Avenida de Raiña informaron de este mismo problema.

Sobre el origen de este olor, la hipótesis de trabajo que se maneja es que la limpieza de alguna caldera en la zona durante el fin de semana hubiese provocado un vertido que ha quedado acumulado en las cañerías del alcantarillado, siendo el olor más perceptible en aquellos recintos que permanecieron cerrados durante estos días.