Los bares sirven garrafón, pero aquí no pillan a nadie

Hay constancia de que en Bilbao dan bebidas adulteradas, aunque las inspecciones no lo descubren. Sólo se han detectado fraudes con orujo.
Cada fin de semana hay muchos jóvenes que coinciden en una queja: «¡Qué resaca, ayer me dieron garrafón!». ¿Existe el garrafón en Bilbao? Tanto para el Ayuntamiento como para los hosteleros parece que no. Sin embargo, los que pasan las noches del fin de semana en los bares, principales víctimas de esta práctica, cuentan lo contrario.

En la capital vizcaína, el equipo del Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento que realiza las inspecciones alimentarias se encarga de detectar las posibles adulteraciones de las bebidas alcohólicas en los establecimientos. Pero, nunca han encontrado alguna alterada.

Durante 2006, el Ayuntamiento realizó 1.670 inspecciones en las que se hallaron sólo 13 indicios de garrafón, todos relacionados con el orujo casero. «Algunos hosteleros realizan su propio orujo o lo traen de otras partes sin etiquetar, lo que no es legal», explica un portavoz municipal. La Policía llevó a cabo un decomiso de las bebidas en cinco casos.

Para los hosteleros bilbaínos, esta práctica de los bares de copas no existe como tal, «es una leyenda». «No decimos que no haya algún cafre que lo haga, pero sólo el esfuerzo de hacerlo ya no les merecería la pena», señala Ángel Gago, presidente de la Asociación de Hosteleros de Vizcaya.

Que reclamen en Sanidad

La Asociación de Hosteleros de Vizcaya recomienda a los jóvenes que detectan garrafón en algún bar que si están convencidos de que les han servido alguna bebida adulterada, acudan al Departamento de Sanidad del Gobierno vasco y rellenen la pertinente hoja de reclamación contra el local. «Si alguien lo hace, que le caigan todas las de la ley», indica su presidente.

Sanciones hasta 1.000 euros

Todavía no se ha dado el caso, pero si el Ayuntamiento detectara garrafón en un establecimiento, esto podría acarrearle multas de entre 300 y 1.000 euros, en función de la gravedad de la infracción.

Murcia máquina detectora

El Ayuntamiento de Murcia lleva tiempo luchando contra el garrafón, práctica muy extendida en su ciudad. Para combatirlo, ha adquirido, por  unos 70.000 euros, una máquina capaz de detectarlo rápidamente.

Inspectores tres veterinarios

El equipo técnico encargado de llevar a cabo las inspecciones alimentarias, así como las de garrafón en Bilbao está formado por tres veterinarios. Además, cuentan con otros tres auxiliares que les ayudan.

«Salí bien del bar, y de repente empecé a sentirme muy mal»

Garrafón este fin de semana. Para Óscar Nieto, un joven de 27 años residente en Getxo, la existencia de garrafón en Bilbao no tiene discusión. El pasado fin de semana sufrió «sus consecuencias» en una fiesta en un local del barrio de Olabeaga. «Salí bien del bar, pero al cabo de un rato empecé a sentirme muy mal de repente, y sólo había tomado un par de copas», explica.

Asegura que su mal no fue fruto de la casualidad. «Había cenado bien e incluso piqué algunos canapés en la fiesta; la prueba de que no fue cosa mía es que no sólo me pasó a mí; algunos de mis amigos también acabaron fatal».

Óscar ha descartado tomar represalias y poner una reclamación en Sanidad; «ya sabes cómo son estas cosas», dice, aunque este tipo de actuaciones le parecen «indignantes».

No sólo en Bilbao

El garrafón no es exclusivo de la capital vizcaína. A Arantza, una joven de Sodupe, le paso algo parecido también este sábado. «Estuvimos en un bar del pueblo y, al salir, tanto yo como mi novio y unos amigos nos mareamos y acabamos vomitando».

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