La exposición de una pintura del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente, ubicado en la capital segoviana, abrirá el programa 'La obra invitada' del Museo de Bellas Artes de Asturias.

Este proyecto tiene como misión llevar al centro asturiano obras destacadas procedentes de otras instituciones nacionales e internacionales que contribuyan a reforzar el discurso de la colección permanente, bien porque permitan profundizar en aspectos ya contemplados por la colección, bien porque permitan rellenar lagunas que en ella puedan detectarse.

El Museo Esteban Vicente prestará el óleo 'Sin título, 1956', una de las obras más significativas de ese periodo. Permanecerá en Asturias desde el 2 de octubre hasta enero del próximo año.

El día 2 por la tarde, a las 19.00 horas, tendrá lugar una conferencia a cargo de la directora del espacio segoviano, Ana Martínez de Aguilar, que analizará el proceso creativo de Esteban Vicente, un pintor que según el director del Museo de Bellas Artes de Asturias, Alfonso Palacio, "describió una de las trayectorias más intensas e interesantes y, en cierto sentido heterodoxas, de la pintura española del siglo XX".

El cuadro que se exhibirá, según indican fuentes del Esteban Vicente, es una obra rotunda, de mitad de los años 50. Matérica, sensual, serena, luminosa, vibrante y equilibrada son algunos de los calificativos que le dedica el Museo segoviano y cualidades que caracterizan buena parte de la producción del autor con infinitos matices diferenciadores.

Los objetos que parecen agruparse en la zona central son formas cromáticas rectangulares situadas firmemente en diferentes planos de un espacio, de una atmósfera que adquiere casi la misma densidad de los objetos y se integra en un todo, en una unidad.

Las mismas fuentes explican que la atmósfera densa y acuosa impregna toda la obra y la acoge produciendo ecos y reflexiones e invitando al espectador a descubrir nuevos rectángulos que se difuminan en su espesura.

Sorprenden, agregan, la materialidad de los pigmentos y el gesto, el equilibrio y la estabilidad de la composición, las formas rotundas y al tiempo flotantes y la vida y vibración de los colores que las constituyen.