El Gobierno ha asegurado que respeta la "decisión de mercado" que supone la entrada de la petrolera mexicana Pemex en el accionariado del astillero vigués Hijos de J. Barreras y ha descartado la nacionalización, pues sería contraria a la normativa comunitaria.

Así lo afirma en una respuesta, por escrito, a una pregunta formulada por el diputado de IU José Luis Centella en la que éste se interesa sobre el sector naval y el estado del astillero vigués. En su contestación, el Ejecutivo defiende que el sector naval se considera "estratégico" para España.

Sobre las nacionalizaciones, puntualiza que, en el caso de los bancos, la "reforma financiera y saneamiento" se ha realizado por "su carácter sistémico"; pero subraya que "el Gobierno es partidario de las soluciones de mercado frente a soluciones como la nacionalización de los sectores". Así, en el caso concreto de los astilleros, advierte de que esa vía "sería contraria al artículo 107.1 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea".

Además, en su respuesta el Gobierno aclara que la actuación a favor del sector naval "se realiza de acuerdo con la normativa europea que permite los regímenes de ayudas horizontales y de financiación a la exportación de buques aprobados por la Comisión Europea en mayo de 2012".

Por otra parte, sobre la financiación del sector, recuerda que Pymar (Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión) ha constituido recientemente "un nuevo Fondo de Garantías Navales desde el que prestará un servicio riguroso de garantías para respaldar la financiación de los nuevos contratos de construcción de buques".

Tras recibir esta respuesta, el coordinador local de Esquerda Unida (EU) en Vigo, Rubén Pérez, considera que "el Gobierno efectivamente ha renunciado a dar la batalla por el naval" y que "al ampararse en el artículo 107.1 del Tratado de Funcionamiento de la UE demuestra que admite que el modelo actual de construcción europea es incompatible con la defensa de los sectores productivos generadores de empleo en Galicia".