Un cementerio de coches con aspecto fantasmagórico. Eso es lo que se pueden encontrar a día de hoy los propietarios de vehículos que se hayan visto afectados por la bomba que ETA colocó en Barajas el pasado 30 de diciembre.

En dos aparcamientos del aeropuerto se acumulan centenares de coches que están esperando a ser retirados, bien para ser reparados o para acabar definitivamente en un desgüace.

Muchos de los vehículos se encuentran completamente calcinados, en una especie de ovillo metálico que hace imposible su recuperación.

Otros sólo tienen las lunas dañadas o sufren abolladuras. Las reclamaciones por daños llegan a las 2.000, según AENA, que asegura que hasta ayer han sido retirados 757 vehículos de los aparcamientos de Barajas.

Los gastos corren por cuenta del Estado

El Consorcio de Compensación de Seguros se hará cargo de todos los gastos, según confirma a este periódico Ignacio Manchetti, director del organismo.

Según él, el Consorcio ha recibido 400 reclamaciones, a las que habrán de sumarse las que los propietarios han presentado ante sus compañías aseguradoras.

Dada la excepcionalidad del siniestro, muchas compañías se están haciendo cargo del peritaje de daños de los coches, aunque la cuenta de reparaciones la pagará el Estado.

"Todo coche que esté asegurado será indemnizado", señala Sachetti, que confirma que, pese a que el automóvil no tenga seguro a todo riesgo el Consorcio se hará cargo de todos los gastos.

Según el balance provisional realizado por el Consorcio de Compensación de Seguros, el atentado perpetrado por ETA costará a la Administración Público 40 millones de euros.

¿Cuándo percibirán los afectados las indemnizaciones?

EL importe de las indemnizaciones en los casos en los que el coche ha quedado inservible se tramitarán en cuanto el Consorcio reciba todas las reclamaciones. Con los que sólo necesiten pasar por el taller ocurrirá lo mismo.

Aunque Sachetti no anuncia un plazo concreto, calcula que en los próximos dos meses todos los afectados habrán sido indemnizados.