El contrato entre familia y tutor impulsado por la Conselleria de Educación abordará distintos objetivos en virtud de la etapa educativa que irán desde hábitos de higiene y rutinas básicas de estudio a la organización del tiempo de ocio e, incluso, ofrecerá la posibilidad de que los estudiantes de Secundaria puedan realizar acciones de carácter social si son expulsados temporalmente del centro.

Según ha informado la Generalitat en un comunicado, para los escolares de Infantil se concretarán acuerdos claros sobre la adquisición de hábitos y rutinas, atendiendo a las características de la infancia, así como acerca de la organización del tiempo familiar y escolar para dar respuesta a las necesidades biológicas de alimentación, higiene, descanso, seguridad, relación y comunicación.

Así, los objetivos concretos podrán referirse a asistencia y puntualidad, hábitos de vida saludable —alimentación, sueño e higiene—, rutinas y hábitos de tareas en casa, horarios de tareas escolares, de lectura diaria y sobre el ocio, como ver la televisión o realizar actividades aire libre.

En Primaria, los compromisos se concretarán principalmente en acuerdos claros sobre asistencia y puntualidad, rutinas y hábitos de tareas en casa, horarios de tareas escolares y de lectura o sobre actividades de ocio como la televisión o el ordenador. Asimismo, se abordarán las actividades extraescolares o el intercambio de información médica o social que pueda interferir en el proceso educativo, tratada confidencialmente por ambas partes.

También se concretarán acuerdos sobre el seguimiento de agenda escolar y ambas partes conocerán las indicaciones del profesorado y los límites y las normas establecidas en casa y en el centro educativo.

Los tutores podrán diseñar un sistema propio de reconocimiento de las mejoras y las familias o representantes legales podrán decidir las consecuencias positivas o premios adecuados a la mejora del rendimiento o cumplimiento de expectativas.

El alumnado, por su parte, será conocedor de todos los compromisos que alcancen sus padres y su tutor, comprometiéndose a esforzarse y cumplir con sus compromisos obligaciones, así como de asumir las consecuencias en caso de incumplimiento.

Responsabilidad social

En Educación Secundaria Obligatoria prevalecerán los compromisos que potencien, además de la corresponsabilidad de familias, centro y alumnado para la consecución de objetivos y cumplimiento de expectativas, la posibilidad de impulsar medidas de responsabilidad social en los procesos educativos.

Así, se podrá ofrecer a las familias la posibilidad de que sus hijos puedan realizar tareas y acciones de carácter social cuando sean expulsados temporalmente del centro. Para ello, las familias habrán de autorizar explícitamente su acuerdo sobre esta posibilidad.

En este caso, los centros educativos podrán concertar la colaboración con ayuntamientos o entidades sin ánimo de lucro para establecer una serie de acciones de beneficio a la sociedad, acordes a la edad y falta cometida por los menores, para lo que podrán contar con las propuestas del tutor o tutora y el profesional de la psicopedagogía del centro.

Implicar a las familias

El objetivo de este contrato es implicar a las familias en el proceso educativo de sus hijos y lograr mejorar su rendimiento académico. El documento será firmado por el tutor, el alumno y la familia y las tres partes se comprometerán a cumplir unos objetivos y acciones concretas que permitirán estimular, apoyar y hacer seguimiento del proceso educativo del alumno.

Se pretende, así, mejorar el rendimiento escolar, el comportamiento del alumno, su actitud hacia el estudio, así como hacia las personas que conforman la comunidad educativa, han explicado desde el departamento que dirige María José Català.

Aplicación tras la primera evaluación

La medida se aplicará este curso en los centros docentes públicos y concertados, que podrán, si cumplen con los requisitos establecidos, suscribir los primeros contratos con las familias tras la primera evaluación del curso, cuyos resultados servirán de referencia para establecer los criterios de los mismos.

La Conselleria pondrá a disposición de los centros educativos que quieran participar, previa autorización del Consejo Escolar, un modelo orientativo de contrato. Una vez autorizada su puesta en marcha se informará a todas las familias o representantes legales del alumnado sobre la posibilidad de suscribir contratos.