Indignación, cabreo y preocupación entre los vecinos por si la lluvia arrastra las cenizas de O Pindo al río

El fuego deja un escenario cenizo a ambos lados de la AC-550
El incendio de O Pindo se acerca a las casas
El incendio de O Pindo se acerca a las casas
EUROPA PRESS
El incendio de O Pindo se acerca a las casas

El incendio que desde el pasado miércoles ha arrasado el monte Pindo, un paraje de extraordinario valor ecológico, divide a Carnota en dos partes. La esquina más próxima a Dumbría se ha teniño de color cenizo y la otra, más de la mitad de la extensión, se ha librado de las llamas, pero no de la "indignación, el cabreo y la preocupación" por ver arder el paisaje que conocen desde pequeños.

"¿No se dan cuenta que esto perjudica a todos?", se ha preguntado Elisa Domínguez, quien, en conversación con Europa Press, ha relatado que ella misma vio el miércoles como se iniciaba el fuego cuando paseaba con una amiga.

"Yo estoy muy deprimida. Esto es un desastre, total y absoluto. Una catástrofe muy grande", abunda esta comerciante de una tienda de zapatos de una de las calles principales de Carnota. Y es que en los bares del pueblo no se habla de otra cosa, pese a que el viento, en dirección contraria, ha evitado que el humo cubriese este municipio que puede presumir de contar con el hórreo más largo de Galicia.

"Dan ganas de llorar", dice un tabernero de un establecimiento en la plaza del Ayuntamiento, quien ha afirmado, dirigiéndose a dos clientes, que "no hay gente tan estúpida como para hacer eso". "Sabía lo que hacía", ha agregado. Y es que la gente del pueblo no se explica "cuál es el interés" que puede haber detrás para prender el fuego, no sólo aquí, sino también en Ourense y otras partes de Galicia, y llegan a mencionar la palabra "mafia".

Además, la preocupación de los vecinos, que han sufrido cortes de luz —algunos porque se quemaron las líneas y otros porque se cortaron a propósito para evitar chispazos—, se centra ahora en dos aspectos. Por un lado, en que el fuego no llegue a la otra zona de Carnota, donde hay una gran masa forestal, y por otro, que no se produzcan tormentas fuertes y arrasen las cenizas del monte a las aguas.

"no entiendo a esa gente"

"Esto es un sin acabar. No entiendo a esa gente. Hay que darles un castigo porque si no, acaban con nuestro país. Con el monte, con el mar... ¡Quien sea, que lo pague bien pegado!", exhorta Elisa Domínguez, quien no duda en que esto es "una desgracia". "¿Dónde está el paisaje que nosotros teníamos aquí?", se ha lamentado.

Elisa Domínguez no esconde sus sentimientos de "impotencia", como Antonio, otro vecino de Carnota que, sentado junto a otros dos habitantes del pueblo, ha mostrado esta misma "impotencia". "Estoy muy cabreada por no poder hacer nada", ha abundado la vendedora.

Tana, a pocos metros de la tienda, y a las puertas de su casa con su nieta, afirma que "es una catástrofe". "Nos fastidia", ha asegurado esta vecina, quien matiza que para ella "no es una desgracia porque no hubo muertes, pero sí una catástrofe".

"El problema es que eso se quema y que venga una tormenta o algo, y la tierra no aguanta cuando se quema, y después hay problemas de inundaciones", ha avisado.

Expectación en dumbría

En la otra margen del río Xallas, que divide Ézaro, en el municipio de Dumbría, y el monte Pindo, en el término de Carnota, los vecinos del otro lado de la cascada se apostaban desde primera hora de la mañana preocupados por si las llamas saltaban al otro lado, lo que acabó por ocurrir a lo largo de la jornada.

Gustavo Louro, un joven vecino de Dumbría, se mostraba expectante porque, decía, "si salta para aquí (el otro lado del Xallas), esto es pólvora". Pero la fuerza de las llamas no pudo ser contenida y el fuego acabó por afectar al entorno de Ézaro, zona los vecinos también sufrieron cortes de luz, porque llegó incluso a "arder la línea".

Persianas derretidas y cristales rotos son también rastro visible en las distintas parroquias afectadas por este incendio que apenas se detuvo a unos metros del mar de Carnota, con terrenos calcinados a uno y otro lado de la vía de circulación.

"Esta noche dormimos. Hace dos noches, cuando empezó todo el fuego en Carnota estuvimos limpiando detrás de la casa, porque está justo al lado. Pensamos que iba a llegar el fuego", ha explicado, por su parte, Ovidio Castro, otro vecino de O Ézaro.

"El monte Pindo quedó todo ardido", ha lamentado Castro, quien ha advertido que "no queda nada, ni animales ni vegetación". Este vecino no encuentra explicación al fuego y asegura: "Por muchos intereses que haya, no le encuentro solución a quemar todo... están quemando toda Galicia. Yo no lo entiendo".

"NERVIOS"

Los focos se reactivaron en la madrugada y Emilia, que vive en O Pindo, junto a la carretera AC-550 —que ha sufrido cortes intermitentes— es una de esas vecinas que vive al pie de las llamas. Se quedó sin servicios, incluido el teléfono. "Mi hermana sí que tiene, ahí arriba, pero yo no", ha conversado con Europa Press mientras limpiaba las escaleras de acceso a su casa de las cenizas que seguían llegando del monte, con las llamas al fondo y el nivel 1 de alerta todavía activado entonces.

Esta mujer ha señalado que la noche la pasó bastante bien porque allí pensaban que ya se habían apagado los focos próximos, pero en la madrugada "se reactivaron", y eso le ha producido de nuevo "muchos nervios". Además, afirmó que el fuego también está causando problemas de respiración: "Una chica que trabaja ahí, en el taller, tuvo que ponerse una máscara y se marchó después para su casa porque no podía respirar", dijo.

Las llamas han dejado un escenario cenizo a ambos lados de la carretera AC-550, afectando principalmente a las parroquias costeras de Carnota, como Panchés, Caldebarcos o Quilmas, en dirección a Ézaro, paraje que, apenas hace un año, lucía el cartel de meta de una etapa de la Vuelta a España.

Fiesta de la queimada

En la parte del pueblo que no se ha quemado, en la plaza del Ayuntamiento, y durante la tarde de este viernes, la comisión de fiestas ha preparado la fiesta que, paradójicamente, es la de la queimada, bebida alcohólica de tradición gallega que se prepara con la lectura de un conjuro.

"La fiesta estaba antes que el incendio", justifica, en relación al oportunismo del nombre, un miembro de la comisión de fiestas. El escenario y los utensilios para el brebaje quedaron listos a lo largo de la tarde para celebrar esta tradición que dará lugar, este sábado, al Carmen y, el domingo, a las fiesta de las Dolores.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento