Nacho Cano, miembro fundador del grupo Mecano, se ha desvinculado del musical Hoy no me puedo levantar, y ha emprendido una campaña en contra del nuevo montaje, presentado en la noche del jueves, del que teme que hayan convertido en "un gran karaoke".

El jueves por la mañana, Nacho Cano envió una carta abierta a los medios de comunicación, en la que mostró su indignación y protestó por la nueva versión del popular musical que él creó y del que vendió sus derechos.

En dicha carta afirma que han utilizado su imagen "de forma torticera en la web y en medios de comunicación para vender entradas", que todavía tiene "prohibida" la entrada al teatro y que le han negado la posibilidad de presenciar los ensayos . "Cuando he solicitado un ensayo a piano y voz para comprobar que todo el mundo canta y baila respetando mis canciones y arreglos, se me ha negado incluso esta posibilidad", asegura.

Ante esta "extraña negativa", Cano expresa su temor de que "se esté presentando al público un espectáculo en el que sólo unos pocos cantan en vivo", y que "sería mas correcto publicitarlo no como un musical, sino como un gran Karaoke".

Además, incide en que dicho montaje vulnera los derechos que vendió  y que "nada tiene que ver con el alma y la intención" con la que se hizo el musical.

Por otro lado acusa a Ángel Suárez Morales (uno de los productores iniciales) de hacerse "con el control total de la compañía quitándose de en medio a partir de entonces a todo el que no le interesara con el único fin de lucrarse personalmente" con el dinero del musical,que fue estrenado en Madrid en 2005, y que ha sumado en su historia 2,5 millones de espectadores.

En su carta explica que estaba desarrollando otros proyectos fuera de España cuando su padre, que tiene 87 años, le llamó "indignado para que volviera cuando vio un performance del nuevo elenco por televisión con imágenes" del artista tocando en vivo.

Además de enviar la carta por la mañana, Nacho Cano se personó en el estreno del nuevo montaje del musical el jueves por la tarde en el teatro Coliseum de Madrid, acompañado de sus padres.

Aprovechó la presencia de los medios de comunicación que habían acudido a la presentación para explicar los motivos de su rechazo a la nueva obra."Llevo media vida construyendo este musical y me lo han quitado de las manos", aseguró, según relata Vanitatis.

Esta web asegura que la presencia de Nacho Cano fue una estrategia planificada para desviar la atención de los medios de comunicación que se encontraban en el teatro en el momento de la presentación, según confesó más tarde a Vanitatis Javier Adrados, jefe de prensa del cantante y compositor. "A él no lo han invitado, por eso no vamos a entrar", declaró Adrados.

No obstante, un colaborador de prensa del evento mostró las entradas que, según ellos, demostraban que Nacho Cano estaba invitado, al igual que su hermano José María y Ana Torroja.

Jose María sí acudió al estreno, pero no Ana Torroja, algo que agradeció Nacho Cano en sus declaraciones a los medios. "A Ana Torroja la respeto por su silencio. Con respecto a mi hermano, preguntadle a él. Yo he venido con mis padres que son mi verdad" afirmó.

Daniel Mejías, responsable de prensa del musical, ha dicho a 20minutos que "todo lo que dice Nacho Cano es mentira, y la prueba es que no acude a los tribunales para demostrarlo".

Reitera que el compositor estaba invitado al estreno y que también "ha tenido abiertas las puertas del teatro" para ver los ensayos, cosa que hizo su hermano, José María, en varias ocasiones, apunta.

Por su parte, Javier Adrados, jefe de prensa de Nacho Cano, defiende que "una entrada con un nombre escrito a mano no demuestra que fuera invitado", y asegura que una semana atrás Nacho solicitó ver un ensayo y se le negó la entrada.

Adrados confirma que Nacho no ha podido ver el musical y que basa sus juicios en lo que le han contado otras personas que sí lo han visto, así como en las imágenes que han aparecido en los medios de comunicación.

Por otro lado, aclara que el compositor no ha emprendido acciones legales por el momento, e incide en que hay "una verdad ética y otra legal".