La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia ha aprobado este miércoles presentar alegaciones al Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo, las mismas que las que ha elaborado el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats).

Así lo ha adelantado en un contacto con los medios el alcalde, Miguel Ángel Cámara, quien ha anunciado, igualmente, que va a proponer a los grupos políticos del Consistorio "la aprobación de un acuerdo mediante el cual solicitar al Ministerio de Agricultura y a los grupos parlamentarios en las Cortes que se tramite el texto normativo que se ha elaborado y que recoge el Memorándum con rango de ley".

El objetivo, ha recalcado Cámara, es que el Memorándum se convierta en una ley que "garantice a todos la sostenibilidad y permanencia del trasvase y las condiciones hidrológicas del Tajo-Segura".

"En esto coincidimos al 100% con los regantes, con las comunidades de Murcia y Valencia y con el propio Ministerio", ha manifestado el primer edil capitalino, quien ha dejado claro que han asumido como propias las alegaciones del Scrats, de manera que "se remitirán a la Confederación Hidrológica del Tajo y al sindicato", ha explicado.

A su juicio, "las condiciones hidrológicas del trasvase tienen que regularse por ley y no mediante una norma de rango inferior, como es un plan de cuenca, que es un Real Decreto".

De ahí que sostiene que "tiene que ser una ley la que regule que nos dé la garantía y la certeza a todos sobre el Tajo-Segura y en ese sentido van las alegaciones, fundamentalmente, además de otras cuestiones de talla importante en las que se analiza, de forma pormenorizada, las distintas necesidades de agua de la Cuenca del Tajo y se razone el por qué esas previsiones de dicho plan no se deben de llevar a cabo".

Al igual que ha manifestado en reiteradas ocasiones el presidente del Scrats, José Manuel Claver, el alcalde ha dejado claro que en el caso de que el Memorándum firmado por el Ministerio y las comunidades de Murcia y Valencia "se le dote de rango de ley, estas alegaciones decaerían porque no sería objeto ya del plan de cuenca".

Para concluir, Cámara ha pedido que "se termine con esa insensata guerra del agua que en 2004 abrió el PSOE de manos de su anterior presidente, José Luis Rodríguez Zapatero". "Esperemos que de sentido común seamos capaces de pasar a una nueva etapa, no de confrontación, sino de participación, y que el agua se convierta en un elemento vertebrador de España en lugar de enfrentamiento entre regiones", ha concluido.