Homenaje en su 75º cumpleaños a David Bailey, el mejor cronista del canalla 'Swinging London'

  • El más dotado de los integrantes de la 'Trinidad Negra' de fotógrafos de los años locos de la capital inglesa será el protagonista de la exposición del año.
  • 'El polvo de estrellas de Bailey' reunirá 250 imágenes y ocupará toda la planta baja de la National Portrait Gallery.
  • La selección, realizada por Bailey, incluye muchos retratos de celebridades y mostrará algunas obras inéditas, como una toma nunca vista de Kate Moss.
Foto inédita de Kate Moss que se expondrá en la antología de David Bailey
Foto inédita de Kate Moss que se expondrá en la antología de David Bailey
© David Bailey
Foto inédita de Kate Moss que se expondrá en la antología de David Bailey

Durante los años sesenta, cuando Londres era la ciudad que nunca dormía, nunca dejaba de beber y nunca interrumpía la fiesta —animada, desde luego, con música de la british invasion, con The Beatles y los Rolling Stones convertidos en héroes nacionales (que fueran también universales solía darle lo mismo a los ingleses, para quienes el mundo se acaba en la desembocadura del Támesis)—, el ojo público era ejercido por un trío de fotógrafos tan canallas como el ambiente. Les llamaron primero los Terrible Three (los Tres Terribles), pero más tarde fueron bautizados por el patriarca Norman Parkinson como la Black Trinity (la Trinidad Negra) por su comportamiento sin compasión en los escenarios de las noches locas londinenses. Tenían un solo lema: "Sin prisioneros".

Aquella pandillita, que retrataba todo y sin parar, haciendo, como escribió alguien, que cada foto tuviese la misma intensidad que un acto sexual clandestino en los lavabos de un local de copas, estaba integrada por tres jóvenes nacidos en la década de los años treinta. Habían vivido las penurias de la II Guerra Mundial pero acaso eran entonces demasiado niños para recordarlas o ahora demasiado modernos para tenerlas en cuenta. Los camaradas de la Trinidad Negra eran Terry O'Neill (1938), Brian Duffy (1933-2010) y David Bailey (1938). Aunque todos eran frenéticos y peligrosos con una cámara en las manos, el tercero era el más dotado.

Mejor retratista inglés de la segunda mitad del XX

Bailey, que este año cumplió 75, será el protagonista de la gran exposición de la próxima temporada en su ciudad natal. La retrospectiva era casi una imperiosa necesidad dada la importancia de la obra del fotógrafo, el mejor retratista inglés de la segunda mitad del siglo XX y todavía en activo. El guante lo ha recogido la National Portrait Gallery (NPG) de Londres, que acaba de anunciar Bailey's Stardust (El polvo de estrellas de Bailey), la apuesta más ambiciosa de la pinacoteca para el año que viene.

La muestra, que se celebrará entre el 6 de febrero y el uno de junio de 2014, dedicará la planta baja de la pinacoteca a exponer 250 obras del fotógrafo, que se ha encargado personalmente de la selección del material. Ya está en línea una web dedicada al espectáculo, término que se acerca más a la provocativa mirada de Bailey que el de exposición. El dinero para la producción lo pone, muy en línea con el estilo fashion del autor, la firma de ropa y afeites Hugo Boss. Pese a la financiación, las entradas, que ya están a la venta, no son asequibles para tratarse de un museo público: el tique estándar cuesta 14,5 libras esterlinas, unos 17 euros.

"Imaginativos y estimulantes"

La NPG no ahorra elogios —habla del protagonista como uno de los fotógrafos "más destacados y distintivos del mundo" por su "contribución sobresaliente a las artes visuales, creando retratos constantemente imaginativos y estimulantes"— y ha transmitido algunos de los contenidos. Además de una antología de la obra en estudio de Bailey, que ha fotografiado a la práctica totalidad del quién es quién en las artes, la cultura y la política de los últimos cincuenta años, serán exhibidos trabajos inéditos del artista en un reciente viaje a la India y un retrato nunca visto de la modelo Kate Moss.

Por supuesto, habrá obras de dos de los proyectos más personales y coherentes con el alma de pilluelo del fotógrafo: Box of Pin-Ups (Caja de 'pin-ups'), donde reunbió a los grandes iconos ingleses de los años sesenta, John Lennon, Brian Jones y Mick Jagger, y Bailey's Democracy (La democracia de Bailey), cuando invitaba a los visitantes a su estudio a posar en desnudos frontales. No faltarán tampoco los retratos que hizo a Margaret Tatcher en 1975 y a la princesa Diana de Gales en 1988.

Nacido en una familia de clase humilde, Bailey es una persona muy particular. Desde niño no come carne de mamíferos ni bebe alcohol, pero compensa estas dos supuestas cualidades con la negativa absoluta a practicar ejercicios físicos. Estuvo casado con la actriz Catherine Deneuve y fue el responsable de las fotos que convirtieron en una top model a Jean Shrimpton.

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