El paseo de 45 minutos por los jardines de la Casa Blanca que cambió la guerra de Obama

Barack Obama pasea por el jardín de la Rosa de la Casa Blanca.
Barack Obama pasea por el jardín de la Rosa de la Casa Blanca.
EFE
Barack Obama pasea por el jardín de la Rosa de la Casa Blanca.

El rechazo de la Cámara de los Comunes a la intervención británica en Siria ha sido determinante en el cambio de posición del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, según coinciden este domingo analistas y políticos en el Reino Unido.

El primer ministro británico, el conservador David Cameron, ha señalado que "entiende y apoya" la decisión de Obama de pedir el respaldo del Congreso para atacar "objetivos del régimen" sirio de Bachar al Asad por su uso de armas químicas, anunciada este sábado.

"Cuando celebró la votación y votó 'no', el Reino Unido no se estaba retirando del mundo o actuando de forma imprudente, sino haciendo lo que ahora va a hacer la gran superpotencia mundial", escribe este domingo en el Sunday Telegraph el historiador estadounidense Tim Stanley.

El exlíder del Partido Liberal Demócrata Paddy Ashdown también opina este domingo en el dominical The Observer que el resultado del voto del jueves en el Parlamento británico "había complicado la posibilidad de actuar de Barack Obama en Siria".

Nada más ser derrotado en los Comunes por el estrecho margen de 13 votos a causa del rechazo de los laboristas y rebeldes de su partido y de sus socios liberaldemócratas, Cameron cerró la puerta a la participación de Londres en una intervención militar contra Siria por el "escepticismo" de la opinión pública británica.

La ciudadanía, "cansada de la guerra"

Otro punto que parece haber influido en la decisión de Obama es la idea que ha repetido en dos ocasiones (en el discurso del viernes y en el del sábado). "Los ciudadanos están cansados de la guerra y yo también", ha repetido dando a entender que trataría de dar voz a los estadounidense en esta decisión. La mejor forma que ha encontrado ha sido pedir al Congreso la autorización, a tenor de las palabras de este sábado.

Tampoco le ayudó en su decisión inicial (ordenar ya el ataque) el que diferentes encuestas en EE UU arrojasen que una mayoría de estadounidenses preferían que la decisión pasase por la Cámara de Representantes antes de llevarse a cabo.

Obama empezó a dudar el viernes

Durante las últimas horas del viernes y tras su discurso ante los medios, Obama dio un paseo de 45 minutos por el Jardín Sur de la Casa Blanca con su jefe de gabinete, Denis McDonough. Allí valoraron el ataque a Siria.

Los líderes republicanos en el Congreso, que controlan el destino de gran parte de la agenda política interna de Obama, se habían quejado sobre la falta de consulta de la Casa Blanca antes de una posible nueva guerra. Y las encuestas mostraban cansados de la guerra los estadounidenses sigue oponiéndose a la participación de EE UU en Siria, a pesar de los devastadores fotos de niños muertos y sus padres gaseados.

Así que el presidente decidió esperar. En lugar de ordenar un ataque militar y "después de una cuidadosa deliberación, he decidido que los Estados Unidos deben emprender una acción militar contra objetivos del régimen sirio (...) y pediré autorización al Congreso", dijo el sábado en la Casa Blanca, con el vicepresidente Joe Biden estaba a su lado.

Sorpresa dentro de su equipo de asesores

La decisión sorprendió a sus propios asesores, que no habían propuesto a Obama pedir la autorización del Congreso ya que Obama tenía la autoridad legal para actuar por su cuenta. Después de su paseo con McDonough, el presidente llamó al asesor de Seguridad Nacional Susan Rice, su suplente, Tony Blinken, al asesor Dan Pfeiffer, y otros en el despacho oval para anunciar su nuevo enfoque.

Tras un intenso debate que duró dos horas, por el mayor riesgo que suponía llevar al Congreso la iniciativa, se optó por dar un doble mensaje: habría ataque, pero se llevaría a la cámara.

El sábado, la decisión se hacía firme a través de otra reunión en la Situation Room', lugar reuniones de inteligencia en el sótano de la Casa Blanca. Posteriormente llamaba al presidente frances, Hollande, para comunicarle su decisión.

No habrá segunda votación en Reino Unido

Incluso, renunció a una segunda votación en los Comunes que había anunciado con anterioridad para aprobar directamente el uso de la fuerza contra Siria, quizá de forma precipitada.

Este domingo uno de los miembros más destacados del Gobierno conservador, el ministro de Economía George Osborne, consideró inviable la posibilidad de recurrir a una segunda votación en los Comunes, que sugerían entre otros el liberaldemócrata Ashdown.

"Creo que el Parlamento ya ha hablado", indicó en un programa dominical de la BBC Osborne, para quien es tarde para presentar más pruebas sobre el supuesto uso de armas químicas por parte del régimen de Bachar al Asad.

"Ha habido un fuerte escepticismo sobre la implicación militar (del Reino Unido) y no creo que otro informe de la ONU, o lo que sea, suponga una diferencia", apuntó el ministro.

Cameron, en la cuerda floja

También los laboristas descartan una segunda votación en los Comunes que generaría más división en el país y podría poner en riesgos a su líder, Ed Miliband, duramente criticado por la bancada conservadora por su rechazo del jueves. Douglas Alexander, responsable de Exteriores de los laboristas, dirigió este domingo más dardos a Cameron: un nuevo voto del Parlamento, dijo, pondría en cuestión "la autoridad personal" y "el juicio" del primer ministro.

El Parlamento británico retorna este lunes sus sesiones tras el receso estival, solo interrumpido por la crucial sesión del jueves en los Comunes, y el nuevo curso político se augura particularmente agrio.

La relación entre Cameron y Ed Miliband vive uno de sus peores momentos, después de culparse mutuamente de causar una crisis política en el Reino Unido y de dañar la "relación especial" con Estados Unidos.

Los conservadores creen que el líder opositor actuó de forma "cínica" y siguiendo objetivos meramente políticos en vez de responder a la gravedad de la situación en Siria, mientras los laboristas acusan a Cameron de provocar el fiasco con su carácter prepotente.

"Fue el carácter de David Cameron, su terquedad, su rabia y sus prisas por ir a la guerra la causa de la derrota en la noche del jueves", aseguraron fuentes laboristas a The Observer.

Este domingo el 'tory' George Orborne señaló que Miliband demostró en el debate que "parece menos un primer ministro que hace unas semanas" y lamentó que el Reino Unido se haya quedado al margen de la operación contra Bachar al Asad. "El mundo está mejor cuando el Reino Unido toma la iniciativa y ayuda a cambiarlo", opinó el ministro Osborne.

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