El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, ha afirmado que el suelo ético "del que se ha hablado" en la Ponencia de Paz del Parlamento vasco "no existe" porque ésta se ha "escorado hacia las pretensiones y agenda de Sortu". Además, ha considerado el Plan de Paz y Convivencia del Gabinete Urkullu es "manifiestamente mejorable" por ser "un proyecto "profundamente equivocado en su raíz".

Urquijo ha calificado además de "propaganda" la conferencia internacional 'Construyendo La Paz desde el Ámbito Local', organizada por el Ayuntamiento de San Sebastián (Bildu) para el próximo mes de octubre, y ha advertido de que el Ejecutivo central "no va a contribuir a engordarla".

En una entrevista concedida a Europa Press, el delegado del Gobierno ha recordado, asimismo, que cualquier planteamiento de ruptura del 'statu quo' autonómico implicaría una reforma de la Constitución y "lógicamente tiene que ser ratificada en las Cortes Generales".

Ponencia de paz

Tras reconocer que la gestión de la ponencia de paz corresponde al Parlamento vasco, Urquijo ha criticado que, "vista desde fuera", la ponencia se ha "escorado más hacia las pretensiones y agenda de Sortu", al abordar cuestiones como "el relato y los presos, que hacia los intereses de los demócratas".

"El suelo ético del que se ha hablado no existe. No ha habido por parte de Sortu una condena expresa en relación con la banda terrorista y la violencia. Creo que esa ponencia está sirviendo de muy poco", ha incidido.

A su juicio, la Ponencia de Paz es más útil a los intereses de Sortu que a los de "los partidos democráticos", motivo por el que considera "muy acertada" la postura adoptada por el Partido Popular vasco de negarse a participar en ella "hasta la fecha".

Por lo que se refiere al Plan de Paz y Convivencia presentado por el Ejecutivo de Lakua, Urquijo considera "manifiestamente mejorable" el texto hecho público por el secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, y ha afirmado que se está ante un proyecto que está "profundamente equivocado en su raíz".

"Así lo ha dicho el PP que ha anunciado la presentación de enmiendas al mismo. En esta cuestión, la formación popular está donde siempre ha estado, en la defensa de la ley y del Estado de Derecho", ha defendido.

Conferencia de paz

Por lo que respecta a la conferencia de paz organizada por el Ayuntamiento de San Sebastián (Bildu) para el próximo mes de octubre, el delegado del Gobierno en el País Vasco cree que se trata de un acto más de "propaganda", que sólo busca alterar lo ocurrido en los últimos 50 años.

En su opinión, el acto organizado por el alcalde donostiarra, Juan Carlos Izagirre, busca "falsear" el hecho de que "un grupo terrorista, apoyado por una minoría, haya intentado imponer un proyecto totalitario por las armas" y ha calificado de "vergüenza" que formaciones políticas "se sumen a este relato falseado de la realidad".

"Lo mismo que se hizo en la conferencia de Aiete, quieren presentarlo como un conflicto entre España y el País Vasco de raíz política", ha indicado, para añadir que por ese motivo "desde el Gobierno central no se va a contribuir a engordar" la cita".

"Si hay partidos políticos que quieren hacer el juego a Bildu, acudiendo a este tipo de actos propagandísticos de apoyo al mundo de ETA, ellos verán lo que hacen", ha añadido.

SOBERANISMO

Preguntado por la intención del PNV de activar una ponencia para impulsar un nuevo estatus político, Urquijo ha advertido de que "una deriva al estilo de Cataluña no sería bueno", pero ha apostado por "respetar los tiempos".

"El Estatuto de Autonomía, al igual que la Constitución, puede ser reformado. No obstante, primero hay que ver si esas declaraciones públicas de reforma que se hacen en una línea determinada, se plasman después en el Parlamento en acuerdos que pongan negro sobre blanco lo que se dice de cara a la opinión pública", ha añadido.

En este contexto, ha recordado que ni el Gobierno vasco, ni el catalán, pueden adoptar decisiones "unilaterales", ya que "cualquier planteamiento de ruptura del 'statu quo' podría implicar una reforma de la Constitución", lo que tiene que acordarse en las Cortes Generales.

"En el caso de que constituya una ponencia para la reforma del Estatuto y tras esa fase se plantee una reforma del mismo, como ley orgánica que es, esa modificación tendría que ser ratificada por las Cortes Generales", ha advertido.