El servicio de limpieza de un tren descubrió este viernes una "bomba casera" bajo uno de los asientos de uno de los vagones del ferrocarril, aparcado cerca de la estación de Lovaina, a unos 30 kilómetros al este de la capital de Bélgica, Bruselas, según han informado este sábado los medios de comunicación del país.

El tráfico ferroviario fue interrumpido en la zona tras el descubrimiento de un paquete sospechoso, sobre las 12.00 horas del mediodía. Al principio, el paquete fue descrito como "inofensivo".

Según el diario De Morgen, la unidad de artificieros del Ejército de Bélgica confirmó que el paquete sospechoso, que fue encontrado bajo los asientos de uno de los vagones del tren, era efectivamente un "explosivo improvisado".

"Técnicamente hablando, todo fue ensamblado de forma artesanal", ha declarado un miembro de la unidad de artificieros, el comandante Nollet, al diario. "No creo que una carga tan pequeña pudiera haber hecho estallar el vagón, pero no me hubiera gustado estar sobre ese asiento si hubiera funcionado", ha añadido.

El artefacto fue encontrado por el servicio de limpieza del tren. Los trabajadores encontraron una caja adornada con una calavera bajo uno de los asientos. Al abrir la tapa, descubrieron la bomba, compuesta por varios cables y un despertador.

"Estaban presentes todos los elementos para considerar el artefacto como sospechoso", ha afirmado Nollet. Una investigación en profundidad debe ahora determinar cuáles son los daños que podría haber causado la bomba.

Por su parte, la ministra del Interior belga, Joëlle Milque, ha calificado el artefacto explosivo de "bomba fabricada por aficionados". Por el momento, nadie se ha hecho responsable de la colocación de la bomba.