La familia y los amigos de Joxemari Korta encuadrados en la Fundación Joxemari Kortaren Bidetik han presentado este jueves por la mañana un informe en el que rechazan "cualquier justificación de la violencia" y destacan que, quien "calla, es cómplice". Además, afirma que no aceptará "ningún planteamiento o declaración en el que las víctimas sean presentadas como sujetos tristes, pero inevitables" y exigirá que las acciones terroristas "se consideren que fueron actos nocivos para el país y asesinatos injustos".

El texto lo han leído en la localidad guipuzcoana de Zumaia — donde este jueves se celebra un homenaje a Joxemari Korta, empresario asesinado por ETA cuando se cumplen 13 años del atentado—, Jesús Alberdi en castellano, y José Mari Mugika en euskera. Junto a ellos se encontraba Andoitz, uno de los hijos de Korta.

En la concentración posterior que se celebró junto al monolito del empresario asesinado, se encontraban los representantes del PNV Joseba Egibar y Markel Olano, además de la consejera Arantza Tapia o la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria, miembros de la Diputación foral de Gipuzkoa y de Sortu, entre otros.

El documento de la Fundación Joxemari Kortaren Bidetik en el que se recogen las reflexiones sobre la gestión del nuevo tiempo que se vive en Euskadi, destaca que "la sociedad vasca, durante muchos años, se ha acostumbrado a la violencia y a la degradación", por lo que "debe interiorizar, de forma rápida y contundente, que no se puede aceptar ninguna justificación política de la violencia".

PACIFICACIÓN

Por ello, considera que, "quien no toma postura ante ella y se calla, se convierte en cómplice de la misma". Además, subraya que "es posible trabajar por la pacificación del país y en ese quehacer tiene que tomar parte toda la sociedad civil".

Asimismo, precisa que no aceptarán "ningún planteamiento o declaración en el que las víctimas sean presentadas como sujetos tristes, pero inevitables", y siempre exigirán que las acciones terroristas "se consideren que fueron actos nocivos para el país y asesinatos injustos".

"Las víctimas tienen todo el derecho a construir su relato, expresar su dolor y enfado y ser escuchadas", añade, para apuntar que trabajarán por "el proceso de pacificación y el logro de una convivencia justa con honestidad y ahínco".