Medio centenar de agentes de la Policía Autonómica en Ourense vigilan caminos y pistas e investigan incendios

Medio centenar de policías autonómicos, adscritos al Cuerpo Nacional de Policía, se dedican a labores medioambientales en Ourense, entre las que se encuentra la vigilancia de caminos y pistas, con identificación de conductores y transeúntes, y la investigación del origen y causas de los incendios, que durante el mes de junio fueron sobre todo negligencias y rayos.
PEREIRO DE AGUIAR (OURENSE):INVESTIGADORES DE INCENDIOS DE LA POLICÍA AUTONÓMICA
PEREIRO DE AGUIAR (OURENSE):INVESTIGADORES DE INCENDIOS DE LA POLICÍA AUTONÓMICA
ROSA VEIGA/EUROPA PRESS
PEREIRO DE AGUIAR (OURENSE):INVESTIGADORES DE INCENDIOS DE LA POLICÍA AUTONÓMICA

Medio centenar de policías autonómicos, adscritos al Cuerpo Nacional de Policía, se dedican a labores medioambientales en Ourense, entre las que se encuentra la vigilancia de caminos y pistas, con identificación de conductores y transeúntes, y la investigación del origen y causas de los incendios, que durante el mes de junio fueron sobre todo negligencias y rayos.

El jefe provincial de la conocida como Policía Autonómica, Indalecio Freire, explicó a Europa Press que la labor propia de estos agentes se intensificará durante el mes de agosto, tras la siega de la hierba, pues podría intensificarse la presencia incendiaria en los montes, igual que en los posteriores de septiembre y octubre.

Para la prevención con vigilancia y controles cuentan con la colaboración de agentes de la Guardia Civil, grupos de vecinos voluntarios y puntualmente, de militares, según prevé el Plan de Prevención y Defensa contra Incendios Forestales de Galicia 2013 (Pladiga), y para la investigación también tendrán la colaboración de agentes del Seprona (Guardia Civil) y las unidades específicas de trabajadores forestales de la Xunta.

Uno de los responsables de estas unidades ambientales de la Policía Autonómica, Miguel Ángel Mojón, ha explicado a Europa Press que en el último año la plantilla gallega del cuerpo policial autonómico llegó a su máximo de casi a 500 efectivos y, en el caso de Ourense, ronda los 64.

Medio centenar recorren en patrullas de 2 ó 3 personas, el área que les corresponde de la provincia, con más intensidad en las zonas de especial vigilancia, aquellas con estadísticas de 40 o más incendios en la temporada de mayor riesgo, entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, según el Pladiga.

Además, acuden a los incendios de los que reciben información o alerta de la Xunta para comprobar "que no hay peligro para las personas" e iniciar la investigación con los primeros datos aportados por el agente forestal que primero llegó al fuego, según ha explicado uno de los especialistas en investigación, José Ramón Vidal.

Lupas y banderitas

Vidal ha detallado elementos importantes para observar y determinar el origen del fuego como el efecto de "petrificación" que las llamas provocan en las hojas quemadas, el "abrazo" del fuego en los pinos que les hacer mostrar el tronco calcinado por el lugar contrario al de avance del fuego, o el corte sesgado de hierbas altas cuya dirección indica "con claridad" el avance del fuego.

Los detalles más claros sobre el avance del fuego se marcan con pequeñas banderas blancas puntiagudas, mientras que las rojas acabarán rodeando el lugar que los indicios apuntan como inicial, y servirán de poste para encintar y marcar ese lugar, en el que, si es necesario, se pueden hacer cuadrículas y usar la lupa para buscar detalles no visibles a simple vista.

"Es importante determinar los detalles para evitar errores: no hace mucho acudimos a una finca totalmente desbrozada que tenía dos círculos de ceniza blanca en el medio, y a pocos metros una zona calcinada, en la que todo parecía indicar que habían saltado chispas de una quema al monte cercano, pero en realidad, al estudiar la zona boscosa que ardió, detectamos otro punto de origen en un camino donde aplicaron mecherazo, y nos llevó media mañana reconstruir lo ocurrido", ha señalado.

También explica que la inmensa mayoría de los incendios son provocados por personas, y entre las excepciones se encuentra la media docena originados en diversos pueblos, a partir de los rayos de tormentas que cruzaron la provincia de Ourense a mediados de junio y que dejaron fuego y granizo por igual.

Causas en verano

En verano, el resto de los fuegos son "humanos" por negligencias o descuidos al usar maquinaria agrícola o hacer quemas, no autorizadas durante la temporada de máximo riesgo, o "simplemente intencionados con mechero y otras formas difíciles de detectar".

En ese sentido, tras 25 años de experiencia, Vidal sólo recuerda haber "pillado in fraganti, mechero en mano" a dos incendiarios, uno en Maside y una mujer en Piñor, y sus compañeros de patrulla Santiago González Feijóo y José Ramón Balvís, aludieron a las "enormes dificultades" para reunir pruebas a la hora de denunciar a un presunto incendiario.

"Normalmente conocemos el lugar de origen del fuego y muchos, muchos indicios de su causa pero en Galicia nadie denuncia que le queman la finca, ni cuando es particular ni cuando es comunal, aunque en muchos lugares conocemos los conflictos que pueden llevar a algún vecino a ponerle fuego al monte, pero se investiga y todo lo hallado queda abierto para completar y contrastar", ha añadido.

La provincia de Ourense no cuenta con datos diferenciados de incendios en el Pladiga 2013, pero sí otros como la superficie forestal, la segunda mayor detrás de Lugo, con 575.761 hectáreas y es la provincia con mayor superficie de Montes Vecinales en Mancomún con 268.467 hectáreas, además de la que menos grupos vecinales de voluntarios registró en el año 2011 pues sólo hubo 6 de los 59 de Galicia.

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