Científicos de la USAL trabajan en una técnica "pionera" para estudiar procesos atómicos y nucleares

El Grupo de Investigación en Óptica Extrema (GIOE) de la Universidad de Salamanca (USAL) trabaja en una técnica "pionera" que puede ayudar al estudio de estudiar procesos atómicos y nucleares con capacidades inalcanzables hasta el momento.

El Grupo de Investigación en Óptica Extrema (GIOE) de la Universidad de Salamanca (USAL) trabaja en una técnica "pionera" que puede ayudar al estudio de estudiar procesos atómicos y nucleares con capacidades inalcanzables hasta el momento.

Según la USAL, los investigadores han publicado este trabajo en la revista de física 'Physical Review Letters' y en ella muestran "un nuevo camino para aumentar aún más la precisión temporal con la que se puede controlar la luz con una precisión sin precedentes, por debajo de la trillonésima de segundo".

El estudio teórico, liderado por Carlos Hernández y Luis Plaja (GIOE) en colaboración con JILA, de la Universidad de Colorado, y el Centro de Láseres Pulsados de la Universidad de Salamanca, propone una técnica para modular la luz con "una precisión récord", que rompe la barrera del attosegundo y entra en la escala temporal de los zeptosegundos.

Este control de la luz "tan extremo" puede proporcionar una imagen "muy precisa" sobre el desarrollo de procesos atómicos y nucleares sobre los cuales actualmente solo se tiene información acerca de sus estados inicial y final, pero no sobre sus etapas intermedias, ha explicado Luis Plaja al área de Comunicación de la Universidad de Salamanca en la información facilitada a Europa Press.

"Permitiría la observación y manipulación de procesos físicos tan rápidos que únicamente se dan en el interior de los átomos o en sus núcleos, algo que hasta la fecha nunca ha sido posible", ha concluido el científico.

El esquema que proponen los investigadores de la Universidad de Salamanca está basado en una técnica ya conocida, que utiliza un láser para transformar los átomos en pequeños colisionadores de partículas en los que uno de los electrones del átomo es arrancado, después es acelerado por el propio campo del láser y, finalmente, redirigido de nuevo al átomo, con el que colisiona. Durante esta última colisión se genera luz de alta frecuencia.

Además, parte del grupo de investigadores que ha trabajado en el estudio posee el récord de la mayor frecuencia (o energía) conseguida por este proceso, un experimento que fue publicado en la revista 'Science' hace un año, ha recordado la USAL.

La novedad que introduce este estudio es la de explotar las propiedades mecanicocuánticas de los electrones, es decir, la posibilidad de que la radiación se pueda generar durante la colisión con el átomo por dos trayectorias diferentes del mismo electrón rompe su distribución espacial en fragmentos regulares (un fenómeno llamado interferencia cuántica).

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