"Carlos era una persona muy alegre y responsable, siempre mandaba dinero a Ecuador"

El tio de Carlos, Luis Antonio Palate, recibe el apoyo de Pilar Manjón (FOTO: Sergio González)
El tio de Carlos, Luis Antonio Palate, recibe el apoyo de Pilar Manjón (FOTO: Sergio González)
El tio de Carlos, Luis Antonio Palate, recibe el apoyo de Pilar Manjón (FOTO: Sergio González)

Las familias de los ecuatorianos desaparecidos en el atentado del aparcamiento de la T-4 han recibido hoy, en el hall del hotel Auditorim donde peramenecen desde el pasado día 30, la visita de Pilar Manjón, presidenta de la la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo.

Manjón quiso visitarles para trasmitirles a las familias "que la esperanza es lo último que se pierde".

Con los ojos llorosos, muy afectada y acompañada por otros familiares de víctimas, Manjón se fundió en un emotivo abrazo con la madre de Diego Armando Estacio y con el resto de familiares del otro ecuatoriano desaparecido, Carlos Alonso Palate y les entregó una carta de solidaridad de parte de todas las víctimas del 11-M.

Yo esperé a mi hijo siete días y quiero decirles que la esperanza es lo último que se pierde
"Hemos entrado por el parking, sin que nadie lo sepa, para apoyar a estas familias", explicó ayer Manjón a 20 minutos que añadió que "yo esperé a mi hijo siete días y quiero decirles que la esperanza es lo último que se pierde".

El recuerdo de la familia de Carlos

Esperanza, que lamentablemente hoy se ha desvanecido entre los primos y tíos de Carlos Alonso Palate, al encontrarse su cadáver dentro de su coche en el siniestrado parking de la T4.

Su tío, Luis Antonio, con gran entereza recordaba a Carlos como una persona "alegre y dinámica".

Carlos era una persona muy alegre y responsable, siempre mandaba dinero a Ecuador
Para su prima Irma Chango, la única de la familia que vive en Madrid, era "una persona muy alegre y responsable, siempre mandaba dinero a Ecuador".

Carlos trabajaba en una fábrica de plásticos en Valencia y era el sustento económico de su familia.

Pese a que las perspectivas de encontrarlo con vida cada vez eran más escasas, la familia aseguraba hoy mismo que "creemos que está vivo, y queremos verle", explicó ayer Irma.

La familia del otro joven no se resigna

Igual de apesadumbrados se encontraban los familiares de Diego Armando. Su madre, apenas podía hablar ni quiso hacer declaraciones a los medios.

Su novia, Verónica Arequipa, también ecuatoriana y pluriempleada como mensajera y limpiadora, aún guarda la ilusión de "poder comprarme un piso con Diego y casarnos".

Pese al apoyo que reciben de "la gente y los psicólogos, cada día que pasa nos crean falsas esperanzas". Además asegura que las labores de desescombro "van demasiado lentas" y que estos días "se están convirtiendo en los más difíciles de mi vida".

Sabe que con el hallazgo hoy del cadáver del otro ecuatoriano, su optimismo se va esfumando poco a poco, aunque "aún no me convenzo de que haya muerto, quiero pensar que ha podido escapar", explicó ayer con resignación.

A ella lo que más le gustaba de su novio era "su forma de ser, tan alegre, y con muchísimos amigos". Su gran pasión, además de los viedeojuegos, era el fúbtol, "estaba en una liga de fútbol".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento