El catedrático de Organización de Empresas de la Universidade de Vigo Jorge González Gurriarán, que fue director de Vulcano y del Igape, ha considerado que España "tiene que recurrir por coherencia" la decisión de la Comisión Europea que obliga a devolver las ayudas del tax lease, pero debe hacerlo "con la boca pequeña" para no crear una "inseguridad que asustaría a los inversores".

Así lo ha dicho en la presentación de dos estudios, uno de ellos coordinado por él mismo y otro por que el fue presidente de la Xunta Fernando González Laxe, dentro de los trabajos del Foro Económico de Galicia. Gurriarán ha cuestionado también la gestión de los astilleros públicos de Navantia, cuando "llevan sin mojar tanto", y ha defendido que, "si no funciona la dirección, hay que cambiarla".

Ha comparado la situación con la que se daría en una empresa privada. "Si una empresa privada no funciona en ese sentido —lograr carga de trabajo—, ¿qué se hace con los directivos? Echarlos", ha afirmado. "Si Navantia no contrata nada, ¿por qué es eso? ¿Es que son puestos a dedo; son todo dificultades del entorno o es que no valen para llevar adelante la empresa?", ha añadido y ha aludido también al veto a la construcción civil.

En cualquier caso ha señalado que Navantia tiene oportunidades en la construcción de buques militares y en otro tipo de "artefactos flotantes" y son los gestores los que deben buscarlas.

Por su parte, González Laxe ha expuesto el contenido y las conclusiones de su análisis, centrado en el aprovechamiento marítimo, logístico y portuario de Galicia. En este sentido, ha apostado por la cooperación, por tener una actitud "proactiva" y por abandonar localismos "estériles", así como por situar al frente de los puertos a "buenos gestores y conocedores del negocio marítimo", en lugar de "hombres y mujeres políticos, como son en la actualidad".

"Comprendo que desde el punto de vista local, a veces, algunos quieran utilizar las presidencias de los puertos para ser candidatos a la alcaldía", ha recriminado.

Tax lease y pemex

En su intervención, Gurriarán, que ha coordinado un documento de análisis y propuestas para una estrategia de futuro para el sector naval gallego, se ha referido a la situación que crea la obligación de devolver el tax lease. El propio mecanismo, ha dicho, "se basa en algo absurdo", que es empezar la amortización antes de que se comience a producir.

A su juicio, el sistema debería ser único y homologado para todos los países de la UE. Respecto a la devolución de ayudas, ha augurado que España buscará que sea "lenta y muy ajustada, de forma que pueda ser compensada con las nuevas ayudas".

Sobre los acuerdos con la petrolera mexicana Pemex, Gurriarán ha destacado que "dos floteles no resuelven una demanda", aunque son una ayuda para el sector. No obstante, ha dicho valorar "más positivamente" la entrada de Pemex en el capital del astillero Barreras, pues será cliente y accionista. "No seamos raros en aceptar que venga capital de fuera", ha animado.

También ha instado a los empresarios a "centrarse en ser buenos empresarios y no se envicien con las subvenciones" y ha criticado que en la época de "vacas gordas" se repartiesen dividendos pero no se aumentasen los recursos propios de los astilleros. Además, ha señalado que no le gustan los procesos concursales y las suspensiones de pagos y ha llamado la atención acerca de que hay empresas del naval que nunca han recurrido a estas vías "y van bien, con tax lease y sin tax lease".

Más valor añadido y modernización

Gurriarán ha recomendado al naval aumentar el valor añadido del producto que se fabrica en Galicia apuntando a crear también la tecnología y el equipamiento con los que cuenta el buque. El valor añadido de un barco en Galicia no llega al 28% de su precio, ha dicho y lo ha atribuido a que los equipos son "prácticamente todos de importación".

Aunque el naval gallego ha avanzado y construye buques "muy sofisticados" su valor se ha "quedado" en un factor con el que no se puede "competir fácilmente", que es la mano de obra, más barata en otros países, como los asiáticos, a los que se ha ido trasladando la construcción naval. Para el capital humano ha recomendado más especialización y, sobre todo, "polivalencia".

Asimismo, entre sus conclusiones están la de que el naval debe entrar en segmentos de más nivel, como la construcción de barcos de pasajeros, y la modernización, fundamentalmente en las auxiliares. Es "clave" la cooperación —él llegó a proponer en el pasado un único astillero en Galicia con diferentes gradas— y tener una visión "antocipativa y proactiva", que en la actualidad es "insuficiente".

Los puertos

Precisamente, González Laxe ha incidido también en estos últimos aspectos, la necesidad de cooperar y la proactividad, para recomendarlos en la gestión de los puertos gallegos. A su juicio, Galicia tiene "un potencial escasamente desarrollado", ya que el tráfico marítimo es el 7% del estatal, "un poquito por encima" del peso que tiene el PIB, pero con la puntualización de que solo diez comunidades tienen mar.

Entre los defectos del sistema gallego está una intermodalidad poco desarrollada. La conexión ferroviaria es "escasa", ha señalado y la propia conectividad de los puertos "es baja". Además, hay "una escasa conexión de los puertos con las plataformas logísticas interiores", lo que quiere decir que no se ha logrado que las empresas se sitúen cerca de estas infraestructuras portuarias para exportar.

González Laxe ha indicado que se da "poca importancia" al posicionamiento internacional, se tiene poco conocimiento del "valor estratégico del mar" y se da "un escaso compromiso comercial".

Por su parte, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidade de Vigo Santiago Lago, que ha presentado a los coordinadores de los dos artículos, ha destacado que el Foro Económico de Galicia busca "transferir conocimiento" y debatir propuestas para Galicia.

La iniciativa, que está "a favor de todo el mundo", es "novedosa" porque no parte de "un lobby o un partido político", sino que recoge ideas "muy plurales".