La decena de artistas y colectivos reunidos en la exposición The Spirit of Utopia (El espíritu de la utopía) hacen suyas las tres preguntas formuladas por el filósofo Ernst Bloch en la obra El principio de la esperanza (1959). Las dos primeras son clásicas y provienen de dudas metafísicas comunes a casi todas las escuelas de pensamiento: "¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos?". La tercera es propia de Bloch, el pensador de las utopías concretas: "¿A qué estamos esperando?".
Con el estado de ánimo derivado de la curiosidad de una cuarta pregunta (¿qué pasaría si...?), los jóvenes creadores pusieron en marcha planes, proyectos, doctrinas o sistemas optimistas que, aunque aparecían como irrealizables en el momento de la formulación, llevaron adelante para demostrar que la utopías también son posibles. Todas las iniciativas o ideas que exhibe, hasta el 5 de septimbre, la galería de la capital inglesa son "provocativas, creativas y pragmáticas" y buscan establecer "modelos para el cambio social".
Consultas de "sociometría"
Entre los participantes en la muestra colectiva —cuyo catálogo ha sido almacenado online por la Whitechapel— están el mexicano Pedro Reyes, que ha organizado un Sanatorium (Sanatorio) para ofrecer a los visitantes, que deben antes inscribirse como pacientes, terapias basadas en la teoría de la sociometría del psiquiatra Jacob Levy Moreno, que postula que la curación algunas de las enfermedades del presente —la soledad, la ansiedad, el estres...— tienen que ver con la relación del individuo con su medio y el grupo social.
Con el mismo ideal práctico, el estadounidense Theaster Gates presenta la experiencia de Soul Manufacturing Corporation, un taller práctico de cerámica que lleva en marcha desde 2011 en Chicago.
El tiempo como valor de cambio
Otra propuesta en marcha es Time/Bank, una organización, basada en Nueva York y Berlín, que adopta el modelo de las entidades financieras pero con el tiempo como valor de cambio. Los daneses Superflex, también interesados en el desarrollo de economías de respuesta, presentan la pelicula The Financial Crisis sobre la gran quiebra mundial de 2008.
En el área ambientalista y del autoconsumo aparecen el grupo londinense WaywardPlants, que fomenta la construcción de viveros experimentales para cultivar verduras en zonas urbanas y la estadounidense Claire Pentecost, especializada en investigación bacteriológica con fines terapeúticos y de mejora de los ecosistemas.
El ruido como resistencia
El franco marroquí Yto Barrada se dedica al activismo anticolonialista mediante el cine y las instalaciones; el laboratorio de diseño gráfico ruso Ostengruppe utiliza el cartelismo tradicional, combinado con las nuevas tecnologías digitales, para la agitación cultural en Moscú, y los turcos Ha Za Vu Zu investigan el sonido y el ruido, creados en ocasiones por la voz humana, como forma de resistencia y protesta.
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