La ultraactividad de los convenios colectivos, es decir la prórroga automática de las condiciones laborales pactadas entre patronales y sindicatos, tocó este lunes a su fin. Desde este 8 de julio, los empresarios de aquellos sectores donde no exista acuerdo previo ya pueden modificar el reparto de las vacaciones, de la jornada y, los que es más importante, bajar los salarios o eliminar beneficios sociales de los contratos de sus empleados.

El número de convenios nacionales, autonómicos y de empresa que han dejado de estar vigentes supera el millar y los trabajadores afectados ascienden a 1,3 millones, según el recuento realizado por CC OO y UGT.

La cifra se elevaba a 1,8 millones de personas hace solo unos días, pero a última hora se han alcanzado acuerdos como los de las empresas de ocio educativo (25.000 trabajadores), el del transporte de Castilla y León (2.000 trabajadores), el convenio del comercio del metal de Navarra (2.500) y el del transporte en Albacete (4.000). La multinacional de la ropa y el calzado Inditex, también se comprometió a última hora a respetar los acuerdos actuales, al igual que la patronal de la limpieza de edificios y locales de Madrid.

Los sectores más afectados en esta comunidad son los del comercio textil o de alimentación (90.000 asalariados), el personal laboral contratado por el propio Gobierno regional (28.000) y el transporte por carretera (26.500). Logística y distribución también acusan la caída en Cataluña, (33.000 trabajadores), lo mismo que los centros concertados de la Red Hospitalaria de Utilización Pública (40.000) de la Generalitat. En Andalucía, el sector del metal sería el más perjudicado.

El secretario de Acción Sindical de CC OO, Ramón Gorriz, admitió este lunes que son pocas las empresas que renuncian a los convenios, aunque se están dando casos. Las patronales del País Vasco, por ejemplo, no han firmado los acuerdos por los que se rigen 300.000 personas. La firma de electrodomésticos Candy, con 200.000 nóminas, tampoco lo ha hecho. Telemadrid ha optado por la vía más radical: aplicar el Estatuto de los Trabajadores, que es una norma de mínimos,y eliminar el resto de garantías.

Los convenios laborales recogen las normas por las que se rigen todos los trabajadores. Pueden ser de carácter sectorial (nacional o autonómico) o empresarial, siendo los segundos -con carácter general- los que más ventajas dan a los trabajadores. Cuando la vigencia de un convenio finalizaba, la ultraactividad hacía que este siguiese aplicándose hasta la firma del siguiente. La reforma laboral, en cambio, acaba con esta prórroga y coloca a los empresarios en una posición de fuerza para negociar la baja.

CC OO y UGT tienen la intención de llevar a los tribunales cada descuelgue de convenio o intento de acogerse al Estatuto de los Trabajadores que hagan los empresarios. La ministra de Empleo e impulsora de la reforma laboral, Fátima Báñez, ha pedido a empresarios y sindicatos "responsabilidad" para evitar llegar a esta situación.

Manuel Rubio. 43 años. Miembro del Departamento de Operaciones de DHL: "Quieren acabar con los quinquenios"

"El convenio nos reconoce cinco días más de vacaciones si nos obligan a cogérnoslas partidas. También impone 15 días obligatorios de descanso pagado en verano. Pero lo que de verdad les duele a los empresarios son los complementos salariales", explica Manuel desde El Prat de Llobregat (Barcelona). "El convenio recoge un incremento del 5% respecto al salario base por los dos primeros bienios y un 10% por cada quinquenio hasta un máximo de 29 años, por eso quieren acabar con ellos. DHL ha firmado la prórroga de la ultraactividad y una mejora de las condiciones en los convenios de empresa, pero si sus competidores empiezan a producir con menos costes salariales, es difícil que no se vean obligados a hacer lo mismo para no perder cuota de mercado".

Juan Pedro Vega, 46 años. Oficial de primera en una cámara de frío de la heladera Kalise Menorquina: "El convenio es una garantía para los fijos discontinuos"

"Llevamos varios días de huelga y parece que habrá acuerdo, pero, por el momento, no tenemos convenio. Con él cobramos entre 1.000 y 1.400 euros mensuales y tenemos tres pagas extras, además de una bolsa de contratación que da preferencia y es una garantía para los fijos discontinuos. Sin el convenio, lo perdemos todo y nos vamos al salario mínimo interprofesional (645,30 euros/mes)", se lamenta Juan Pedro, que trabaja en Las Palmas de Gran Canaria.