Al menos siete personas han muerto este martes en un ataque de un comando talibán, que incluyó una explosión provocada por un terrorista suicida, contra la sede de una empresa suministradora de la OTAN en el sur de Kabul, informó una fuente policial.

El ataque ocurrió a las 4.00 horas de la mañana local (21.30 del lunes, hora española), y acabó con la vida de cuatro guardas nepalíes y uno afgano y dos civiles con nacionalidad de Afganistán, explicó el jefe de la policía de Kabul, Ayub Salangi.

Según Salangi, el asalto fue lanzado por cuatro insurgentes equipados con chalecos con explosivos aunque solo uno de ellos detonó la carga; el resto fallecieron tras mantener un tiroteo de una hora con las fuerzas de seguridad afganas.

Kabul ya fue escenario la semana pasada de un ataque coordinado contra el Palacio Presidencial, en el que fallecieron tres guardas y los cuatro atacantes.

Los asaltos coordinados lanzados por comandos de rebeldes son bastante habituales y persiguen conseguir espectacularidad mediática.

La acción armada de este martes llega dos semanas después de que los talibanes abrieran una delegación propia en Catar con el objetivo de entablar conversaciones de paz con Estados Unidos para hallar una solución al enquistado conflicto afgano, que ya dura más de una década.

En el país está en marcha el proceso derepliegue de las tropas internacionales, que debe concluir en 2014 si se cumplen los plazos previstos.