La directora Haifaa Al-Mansour, la primera mujer de Arabia Saudí que ha rodado una película, 'La bicicleta verde. Wadjda', anima a continuar luchando por sacar adelante los proyectos a pesar de los obstáculos. "Dificultades hay en todas partes, en Arabia Saudí y en otros sitios; lo importante es que si tienes una pasión debes perseverar", ha asegurado.

La cineasta se ha expresado en estos términos durante la rueda de prensa que ha ofrecido en el marco del Festival Internacional de Cine de Valencia Cinema Jove, que, precisamente, se inauguró con la proyección de su largometraje, que compite en la Sección Oficial.

'La bicicleta verde' —que llega este viernes a los cines españoles— narra la historia de Wadjda, una niña que vive en los suburbios de Riad, la capital de Arabia Saudita. A pesar de su entorno conservador, la pequeña, que siempre lleva las cosas al límite, quiere desesperadamente una bonita bicicleta verde, pero su madre se opone por temor a una sociedad que ve esos vehículos como un peligro para la dignidad de una chica.

A partir de este personaje, Haifaa Al-Mansour construye una historia sobre los tabúes y los contrastes de una sociedad tremendamente tradicional —sobre todo en los últimos 20 años a causa de una "estricta" interpretación de la doctrina religiosa— pero al mismo tiempo moderna y rica desde el punto de vista económico, ha explicado la autora.

El filme —que viene de conseguir el Premio del Público en el Festival de Cine de Los Ángeles— tuvo que superar diversas adversidades, como complicaciones en la financiación —en la que finalmente participó capital alemán y de una productora progresista de un príncipe saudí— y cinco años de espera hasta convertirse en realidad.

La directora ha relatado que, a pesar de que la película obtuvo todos los permisos, en algunos barrios se encontraron el rechazo de los propios ciudadanos, que ven en el cine un peligro pasa las costumbres y la moral.

Incluso, cuando se rodaban las escenas exteriores, la directora se veía obligada a permanecer en una furgoneta y gritar desde allí la instrucciones al equipo masculino, ya que hombres y mujeres no pueden trabajar juntos.

Espacios para las mujeres y el arte

Pese a todo, la cineasta ha aseverado que en la actualidad su país está comenzando a abrirse poco a poco y comienzan a emerger espacios "para el cine, para las mujeres y para el arte en general".

"No estoy sola", ha exclamado la directora, que ha subrayado que hay mujeres, pero también hombres, que están empezando a rodar cortos para intentar impulsar la actividad cinematográfica en un estado en el que, todavía, no hay salas de cine.