Un grupo de obreros chinos descontentos retiene a su jefe estadounidense como rehén

  • La producción de la empresa, abierta en China hace diez años, ha estado parada desde el pasado viernes.
  • Los trabajadores afirman que llevan dos meses sin cobrar y acusan a su presidente de querer deslocalizar el negocio a India sin informar.
  • La disputa laboral ha finalizado tras un acuerdo económico con los trabajadores.
El estadounidense Chip Starnes aparece asomado a una ventana de la planta de su empresa.
El estadounidense Chip Starnes aparece asomado a una ventana de la planta de su empresa.
EFE
El estadounidense Chip Starnes aparece asomado a una ventana de la planta de su empresa.

El estadounidense de 42 años Chip Starnes es el presidente de una compañía de suministros médicos Specialty Medical Supplies al norte de Pekín (China), cuyos trabajadores le han mantenido retenido durante casi una semana para forzarle a negociar por una disputa salarial.

Los empleados de la fábrica, que han liberado al rehén este jueves tras llegar a un acuerdo económico, exigían dinero a Starnes, quien el pasado viernes acudió a la planta para supuestamente ultimar su clausura y el despido de los empleados.

El acuerdo se alcanzó a lo largo de la noche del miércoles al jueves para pagarle a decenas de trabajadores generosos paquetes de indemnización por despido idénticos a los que se ofrecieron a sus compañeros en otra división de la empresa clausurada, a pesar de que la compañía dijo que los trabajadores restantes no estaban siendo despedidos, según informa AP.

La producción en la empresa Specialty Medical Supplies, abierta en China hace diez años, ha estado parada seis días, desde que un grupo de unos cien empleados de Starnes le hicieron prisionero acusándole de impago de salarios y de planear la deslocalizacón de todo su departamento a la India.

Sin cobrar desde abril

Según la agencia oficial china Xinhua, los trabajadores han actuado movidos por el miedo a que la compañía presidida por Starnes trasladara los equipos de la fábrica sin informarles durante el pasado fin de semana y no les pagara el salario que se les debe, supuestamente de dos meses.

"Los trabajadores entraron en pánico. Sintieron que el jefe iba a huir" al tener pasaporte estadounidense, declaró a la agencia un directivo de la fábrica apellidado Huang.

Starnes, confinado en la planta desde el pasado viernes, dijo que se vio obligado a ceder a las demandas de los obreros, y resumió los últimos días como "humillantes y vergonzosos", tras hablar con la prensa a través de una ventana con barrotes de su oficina, donde pasó gran parte de su tiempo.

"Ya hemos traspasado nuestros fondos desde Estados Unidos", dijo por teléfono el presidente de la empresa, quien estará libre cuando el dinero para las indeminizaciones de los empleados haya llegado a la cuenta de la compañía en China. Starnes se negó a decir a la prensa cuál era la cantidad exacta que debe llegar desde EEUU.

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