El 'observatorio Proyecto Hombre' ha revelado que el perfil de la persona adicta en La Rioja es un varón soltero, de unos 35 años. Además, el consumo de alcohol y la cocaína son las principales sustancias adictivas en La Rioja.

Mañana, con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, Proyecto Hombre La Rioja estará presente en la confluencia de las calles Bretón de los Herreros y Víctor Pradera con una mesa informativa y de sensibilización.

Con motivo, también, de esta fecha, Proyecto Hombre ha dado a conocer su último estudio sobre el perfil del drogodependiente, cuyo objetivo es mejorar el conocimiento sobre el perfil del consumidor y la actual situación de las drogodependencias, sensibilizando a toda la sociedad sobre la realidad de esta enfermedad.

Para dicho Observatorio, Proyecto Hombre analizó la diversidad de perfiles de drogodependientes -a través de una muestra de 2.910 personas atendidas en los Centros Proyecto Hombre de toda España en 2012- y la clarificación de las variables sociodemográficas y psicosociales más significativas relacionadas con las conductas adictivas.

Uno de los aspectos básicos del estudio es el referido a la sustancia de adicción. Así, en La Rioja el alcohol (34%) y la cocaína (21%) son las principales, pero también tienen importante peso las anfetaminas -speed- (18%) y el cannabis (17%), y en menor medida la heroína (8%).

Sin embargo, en el perfil nacional el alcohol tiene mayor presencia (41,7%), lo mismo que la cocaína (31%), pero otras como las anfetaminas (0,8%) y el cannabis (7,06%) son menos frecuentes. La heroína se mantiene igualmente en un segundo plano (4,96%).

En líneas generales, del estudio se desprende la existencia en España de cuatro perfiles de personas en tratamiento, con características diferentes según el tipo de sustancia a la que son adictos:

El primer perfil cuya sustancia de consumo principal es el alcohol (41,7%) se trata de una persona casada (62,1%), con núcleos de convivencia estructurados, y con un mayor tiempo de consumo (19 años antes de iniciar tratamiento), tiempo que indica que tardan más en acudir a tratamiento, quizás por la aceptación social del consumo y la dificultad en la toma de conciencia del problema.

Su edad media es de 42,7 años, una edad significativamente superior a la edad media de personas que consumen el resto de sustancias, que está en torno a los 35 años. Aunque está compuesto mayoritariamente por varones, cuenta con el mayor porcentaje de mujeres en tratamiento.

Estas personas afrontan problemas familiares y de pareja, y tienen un menor porcentaje de problemas legales. Más de un tercio de estos usuarios tiene el empleo como fuente de ingresos. Sus tratamientos anteriores han sido, fundamentalmente, ambulatorios, ya sea desintoxicación o libre de drogas.

El segundo perfil radica en aquellas personas cuya sustancia de consumo principal es la cocaína (31,4%). En este caso, son, sobre todo, varones, con empleo (50%), y solteros en su mayoría (62,7%) -aunque menos que los consumidores de heroína y policonsumidores-.

Presentan problemas familiares y, en su vida de pareja, no son muy estables y tienen problemas con ella. Tienen una edad media más joven que los consumidores de alcohol. Se caracterizan por la baja comisión de delitos tipificados (28,48%). La media de años de consumo antes de iniciar el tratamiento es de 11,5 años.

El tercer perfil aúna a los consumidores de heroína (5,1%) y de otras sustancias (12%)-policonsumo-. Son mayoritariamente hombres, con mayor porcentaje de problemas familiares y de pareja. La mayor parte son solteros (policonsumo: 71,1% y heroína: 74,3%) y no conviven apenas con los hijos antes del tratamiento.

Son el perfil con mayor porcentaje de convivencia en medios protegidos e inestables. Perciben sus ingresos de familia, pensiones y ayuda social. Son, además, el perfil con mayor porcentaje de delitos cometidos y experiencias de prisión (policonsumo: 66% y heroína: 64,6%). En este perfil, se sitúan mayoritariamente los casos de personas afectadas por VIH (policonsumo: 11,5% y heroína: 7,5%).

Las personas que presentan consumo de heroína (35%) o policonsumo (24,8%) han estado en mayor porcentaje en programas de desintoxicación, ya sea ambulatoria (un 12,1%), como residencial (16,3%). La media de años de consumo antes de iniciar el tratamiento en perfil de policonsumo de 14,4 años y en heroína, 12,4 años.

La mayoría: HOMBRES

Además de estos perfiles, se han determinado otras conclusiones como que en La Rioja la mayoría de drogodependientes son hombres (86%), mientras que en la media española ese ratio es aún mayor, con un 91 por ciento de varones dependientes, por el 9 por ciento de mujeres.

Según indican estos datos y se percibe en el Observatorio, además de haber mayor porcentaje de hombres con problemas de adicciones en general, existe un gran problema de accesibilidad en los tratamientos para las mujeres.

En cuanto a la edad, el 36% de quienes sufren el problema de la drogodependencia en La Rioja se encuadra en la franja de los 29 a los 40 años, es decir, tienen de media unos 35 años; mientras que el 26% están entre los 18 y los 28 años y el 24% entre los 40 y 50 años; un aspecto que se comparte con los datos nacionales, donde un 31,7% de los drogodependientes cuentan con edades comprendidas entre los 29 y 40 años.

Existe otra 'invisibilidad', menos estudiada en España: el porcentaje de inmigrantes en los tratamientos de Proyecto Hombre es de un 1%, estando la distribución por nacionalidades más fragmentada aún. Por ello se requiere realizar investigaciones encaminadas a corregir esta situación.

Asimismo, por vez primera, se ha constatado la correlación entre consumo de drogas, fracaso escolar y consecuencias graves en la trayectoria vital. Este observatorio ha puesto de manifiesto el bajo nivel formativo de los usuarios, con independencia de ser hombre o mujer, alcanzando un porcentaje de personas sin estudios de un 51% o solo con estudios básicos (28%).

Es destacable el hecho de que casi la mitad de los entrevistados forma parte del circuito laboral (ya sea con trabajo o cobrando el desempleo). Con esta variable, se aprecia un problema de polarización entre los consumidores de cocaína (normalizados y con trabajo) y los policonsumidores y consumidores de heroína (sin trabajo ni estudios).

En lo específico de La Rioja, el 37,8% tiene un empleo, pero una parte importante de los drogodependientes se apoya en la aportación económica de compañeros y familia (28,3%), y en menor medida está en el paro (10,8%), recibe ayuda social (9,4%), tiene pensión o una contraprestación de la Seguridad Social (5,4%) o adquiere los ingresos de forma ilegal (6,7%).

En La Rioja el 62,8% de los drogodependientes son solteros, el 21,7 están casados y el 15,3 se engloban en el registro de divorciados o separados; unos porcentajes muy similares a los computados en España. Por otra parte, el 59,49 de las personas que padecen adicciones en La Rioja tiene problemas familiares, mientras que la media nacional esas dificultades son habituales en el 67 por ciento de los casos.

También se ha conocido que el principal núcleo de convivencia del drogodependiente en comunidad riojana son los padres (29,4%) junto con la pareja e hijos (23,08%).