La Xunta de Galicia ha registrado la solicitud de 95 kioscos, repartidos entre 70 playas pertenecientes a 29 ayuntamientos de la Comunidad, para este verano. Pontevedra ha sido la provincia que más quioscos ha pedido, 53, seguida de A Coruña, con 37, y por último Lugo, que cuenta con 5. Las playas con más kioscos son Cangas, Bueu y la Illa de Arousa, con 12, 8 y 6 quioscos respectivamente.

Según ha informado la Administración autonómica, los kioscos que se quieran instalar en el espacio natural Rede Natura, deberán obtener una autorización del Servizo de Conservación da Natureza de la Consellería de Medio Ambiente.

La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructura ha decidido reordenar la instalación de kioscos de playa, a través de la Secretaría Xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo (SXOTU), para proteger así las playas de la comunidad.

De esta forma, los kioscos, que solo podrán funcionar del 1 de junio al 30 de septiembre, deberán tener sus conducciones de servicio enterradas y un sistema de saneamiento eficaz que elimine las aguas residuales y los malos olores que estas causan. A mayores, todas las instalaciones estarán conectadas a la red de saneamiento general por lo que quedarán prohibidos los sistemas de drenaje y absorción que puedan afectar a la arena y al mar.

Además, estará prohibida la publicidad exceptuando el rótulo del establecimiento y será obligatorio retirarlo de la playa en un plazo de 15 días a partir del 30 de septiembre.

SOLICITUDES

Los ayuntamientos costeros ya comenzaron a solicitar la colocación de estos kioscos desde el pasado mes de marzo, cuando los servicios provinciales dependientes de la secretaría xeral les enviaron los requisitos necesarios para su tramitación. Posteriormente, fueron los ayuntamientos los encargados de otorgar las licencias para la instalación.

Finalmente, es necesario abonar las tasas correspondientes así como disponer de un certificado de distancia emitido por el ayuntamiento y una memoria descriptiva de las obras y de la instalación. Además, hay que acreditar la propiedad sobre la que se pretende actuar, contar con información fotográfica de la zona y poseer una certificación urbanística expedida por el ayuntamiento.