Castilla y León ha registrado en lo que va de año un total de 169 incendios frente a los 1.487 producidos en 2012, lo que supone una reducción del 89 por ciento, mientras que la superficie arrasada por los fuegos durante los cinco primeros meses del año ha sido de 1.255 hectáreas frente a las 18.182 del ejercicio anterior, lo que representa una reducción del 93 por ciento.

Así lo ha expresado este viernes el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, durante la presentación del operativo contra incendios forestales de la Comunidad, que ha tenido lugar en el Centro de Defensa contra el Fuego, ubicado en León.

Silván ha precisado que el 54 por ciento de los incendios registrados en la Comunidad en lo que va de año ha afectado a una superficie menor de una hectárea y ha apuntado que 586 de las hectáreas quemadas en este periodo son arboladas, lo que representa una reducción de un 63 por ciento respecto al año 2012.

En este contexto, ha explicado que Ávila, León y Zamora concentran el 74 por ciento de los incendios producidos. En concreto, se han contabilizado en estas provincias 125 fuegos que representan el 95 por ciento de la superficie arrasada.

Por otra parte, ha señalado que antes de finalizar el mes de junio se publicarán en el Bocyl dos órdenes sobre incendios, una sobre normas, uso y medidas preventivas y otra que fija la época de peligro alto de incendios forestales.

La primera de ellas establece las normas sobre el uso del fuego y se fijan las medidas preventivas para la lucha contra los incendios forestales. Esta nueva orden pretende ser "más clara y concreta" respecto al uso social, recreativo y acceso público al monte, además de establecer las bases de la prevención de incendios forestas, el ámbito, las épocas de peligro alto y, como novedad, las situaciones de especial riesgo meteorológico durante la época de peligro alto de incendios y las medidas extraordinarias a tomar.

En cuanto a la orden que fija la época de peligro alto, establece este periodo entre los días 1 de julio y 30 de septiembre, aunque hay que tener en cuenta que, según las circunstancias meteorológicas, podrán declararse a lo largo del año otras épocas de peligro alto y medio.

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