El alcalde de Cuenca, Juan Ávila, ha abierto este viernes el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha que se celebra en esta ciudad, reclamando y apostando por el "reformismo", ámbito donde una de las cosas "más urgentes a reformar" son las organizaciones políticas, para hacer partidos "más abiertos, más transparentes, participativos y permeables".

A su juicio, los partidos políticos deben ser "más parecidos a la sociedad que quieren representar", pero para ello es "imprescindible" el consenso y el acuerdo.

"Podemos remar juntos o darnos con los remos en la espalda, nuestra es la elección, pero los ciudadanos nos juzgarán", ha advertido a los presentes en el Teatro Auditorio de Cuenca.

Según el primer edil conquense "no puede ni debe haber otro objetivo mas prioritario" porque eso es lo que nos dicen los ciudadanos".

Dicho esto, ha apostado por el "optimismo y la felicidad", objetivos que se alcanzan con una herramienta fundamental como la de la política, siempre teniendo en cuenta las "llamadas" de los ciudadanos.

En este punto, y tras criticar a quienes acuden a la política por "atajos" —"siempre me encontrarán enfrente", ha subrayado— Juan Ávila ha abogado por "acortar" la distancia con la que los ciudadanos ven a los políticos, en una época en la que "corren malos tiempos para la política", ha reconocido.

Ha destacado también el primer edil la "eficiencia y racionalidad" que demandan los ciudadanos, reseñando que ese "debe ser nuestro rumbo, sin atajos, palabras huecas, trampas o contradicciones", iniciando así una "nueva era, con grandes cambios y profundas transformaciones" en la que el centro sea el reformismo, "que tan buenos resultados nos dio en la última gran encrucijada española".

Nada más saludable que una regañina

Juan Ávila, que ha dado la bienvenida a todos los presentes, especialmente a los alcaldes, ha tenido palabras para la labor de los regidores municipales, seguro de que "no hay nada más saludable que el saludo o la regañina en el bar o en la calle", y ha apuntado que "cuando la política abandona la calle, la calle abandona a los políticos".

"Un alcalde no puede perder su condición de ciudadano, de estar las 24 horas del día atendiendo", un alcalde, ha continuado, "no es el que mejor llora la herencia recibida ni el que busca excusas, el buen alcalde une su espalda a los ciudadanos, a los más doloridos, los más flagelados", y ha resaltado que Cuenca es un lugar "excepcional" para combatir la pesadumbre.

Juan Ávila, que ha aludido a todas las ciudades diferentes y hermanas de una región que tiene la mayor esperanza de vida, lo cual, a su juicio, es prueba de fortaleza, ha iniciado su alocución dando las gracias al expresidente regional, José Bono, —presente en el acto— "por haber convertido a Castilla-La Mancha en un instrumento útil, eficaz y generador de bienestar para todos los castellano-manchegos".