La larga duración de los procesos penales, la exposición mediática, los juicios paralelos de la opinión pública y el alto número de personas relevantes imputadas explican el cambio de denominación de imputado por encausado que viene recogido en el borrador de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Un cambio que, según una amplia representación del sector judicial es cuestión de "maquillaje".

Así, los expertos consideran que la medida del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que defiende que la palabra encausado se aplicará a quien esté incurso en una investigación penal, obedece a una estrategia que pretende evitar la connotación peyorativa del término imputado.

Pero jueces, fiscales y abogados le pronostican un éxito escaso. Creen que este maquillaje sí tendrá un efecto inicial, que se irá diluyendo con el tiempo hasta que, pasados unos meses, el encausado se vuelva a colocar, como ahora lo esta el imputado, en el punto de mira de la opinión pública, según ha explicado el portavoz de Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch.

En la misma línea se ha manifestado el propio titular de Justicia al reconocer que no cree que la nueva denominación "vaya a cambiar mucho las cosas". No obstante, se muestra más optimista con "la limitación en los periodos de investigación", que evitará que la condición de imputado acompañe durante mucho tiempo a ciudadanos expuestos a una mayor repercusión mediática.

En concreto, los imputados en casos como Nóos, Gürtel, Pokemon, Campeón o los ERE de Andalucía son los que más se beneficiarán, inicialmente, con esta variación "irrelevante y meramente estética", apunta Bosch, ya que para los anónimo, el término no es un problema, "pero sí para los políticos, sobre quienes se dirige el cambio, que pretende suavizar el impacto por ser personajes públicos".

Por su parte, José Luis González Armengol, portavoz de la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria ha hecho referencia al problema de los juicios paralelos, pero ha recordado que el derecho de información es fundamental, por lo que "hay que soportar ese tipo de tensión". Algo en lo que ha coincidido la presidenta de la Unión Progresista de Fiscales, Maria Moreto, al considerar que "el encausado estará estigmatizado siempre y cuando haya algún indicio de autor de un delito".