El Gobierno británico: "Es muy difícil controlar a todo el mundo en una sociedad libre"

  • El Ejecutivo de David Cameron se ha defendido tras hacerse público que los servicios secretos tenían fichados a los supuestos autores del ataque al soldado.
  • La mujer de 29 años detenida el jueves, así como otra de 31 años de la que no se había hecho público el arresto, han sido puestas en libertad sin cargos.
  • El ataque ha dado pie a temores sobre la convivencia entre comunidades, por lo que las autoridades han hecho nuevos llamamientos a la unidad.
Vista de los ramos de flores y dedicatorias colocados en recuerdo al soldado Lee Rigby asesinado en Londres, Reino Unido.
Vista de los ramos de flores y dedicatorias colocados en recuerdo al soldado Lee Rigby asesinado en Londres, Reino Unido.
EFE
Vista de los ramos de flores y dedicatorias colocados en recuerdo al soldado Lee Rigby asesinado en Londres, Reino Unido.

Scotland Yard prosigue la investigación del brutal ataque a un soldado británico en Londres, mientras el Gobierno se ha defendido de que los servicios secretos tuvieran fichados a sus asesinos, dos supuestos radicales islamistas.

En total cinco personas, incluidas los dos supuestos agresores, han sido detenidas en relación con el asesinato. Además de los dos atacantes, detenidos el miércoles, el jueves fueron arrestados un hombre y una mujer, ambos de 29 años y cuya identidad no ha sido facilitada.

La mujer de 29 años fue puesta en libertad sin cargos este viernes. Sin embargo, el otro supuesto cómplice, un hombre también de 29 años, sigue bajo custodia policial como sospechoso de conspirar en el asesinato.

Scotland Yard también señaló que fue puesta en libertad este viernes otra mujer de 31 años que había sido detenida a medianoche en su casa, sin que se hubiera informado previamente.

Los dos sospechosos, detenidos poco después del asesinato y filmados por viandantes, se encuentran bajo vigilancia policial en dos hospitales diferentes de Londres, donde ingresaron por heridas de disparos de los agentes, y su condición es estable.

Los servicios de seguridad afrontarán una investigación parlamentaria tras confirmarse que los dos sospechosos, los británicos de origen nigeriano Michael Adebolajo y Michael Adebowale, de 28 y 22 años, ya estaban fichados desde hacía ocho años por las autoridades.


El Ejecutivo se defiende

Aunque Cameron no ha querido dar detalles de la investigación para no entorpecer su curso, su Gobierno ha tenido que salir al paso de algunas críticas divulgadas este viernes por los medios de comunicación.

El ministro británico de Comunidades, Eric Pickles, dijo este viernes a la cadena BBC que, si bien se llevará a cabo una investigación en profundidad de la actuación de los servicios secretos, es "imposible controlar a todo el mundo todo el tiempo" aunque los responsables estuvieran fichados.

"He visto a expertos en seguridad explicar lo difícil que es, en una sociedad libre, poder controlar a todo el mundo", observó.

Instantes después de que Rigby cayera abatido, uno de sus supuestos agresores, con las manos ensangrentadas y un machete, se dejó grabar por una cámara a la que justificó el delito en nombre de Alá, lo que ha provocado algunos incidentes, como asaltos a mezquitas, en el Reino Unido.

Uno de ellos se dio la noche del jueves en un centro islamista situado en Belfast (Irlanda del Norte), que fue atacado con una botella llena de pintura, según informó este viernes el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), que lo considera una posible agresión xenófoba.

Mientras las pesquisas continúan, el arzobispo de Canterbury y primado anglicano, Justin Welby, compareció este viernes junto al Consejo Musulmán británico en Leicester (Inglaterra) para asegurar que el brutal asesinato del soldado por supuestos radicales islamistas "no dividirá a las comunidades".

También el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, envió otro mensaje de unidad a la ciudadanía al alertar este viernes, en una visita a un centro multiconfesional del norte de Londres, de que el propósito de los agresores es "diseminar la semilla del miedo y la división".

Ante los temores de que el crimen abra una brecha entre las distintas comunidades que cohabitan en el Reino Unido, el líder liberaldemócrata rindió tributo a los líderes musulmanes que se apresuraron a condenar con "mucha contundencia y claridad" el asesinato nada más producirse.

La actuación policial

Según un vídeo difundido este viernes por el tabloide Daily Mirror, policías armados llegaron al lugar del crimen trece minutos después de recibir la primera llamada de emergencia y dispararon un total de ocho balas a los supuestos agresores.

En respuesta a las críticas, Richard Barrett, exresponsable de los servicios de contraespionaje británicos MI5, opinó que es "muy difícil" encontrar alguna "señal" que pueda permitir a las fuerzas del orden prevenir o anticipar un crimen de estas características.

Además, en declaraciones a la emisora británica Radio 4, el excomisario de la Policía Metropolitana de Londres Iain Blair confió en que el comité investigador "actúe rápido" para establecer posibles errores. Blair subrayó que "es importante que el público sepa que los servicios de seguridad y la policía actúan adecuadamente".

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