El Seprona de la Guardia Civil ha abierto expedientes sancionadores a una persona de 45 años, propietario de una finca, ubicada en La Ribera, donde se encuentra una nave dedicada a taller de reparación de vehículos, que carecía de toda clase de permisos y autorizaciones para legalizar el negocio.

El Seprona detectó actividades en el interior de una nave que casaban con los propios de un taller destinado a la mecánica. A simple vista se observaba como el interior de la nave estaba acondicionado y dotado de instrumentación y herramienta profesional necesaria para realizar la reparación y mantenimiento de vehículos.

También se estaban produciendo vertidos de lubricantes y barnices en una arqueta que fluía directamente en un canal de riego, además de que los agentes localizaron un depósito gasóleo, con capacidad para 1.000 litros, que carecía de los permisos necesarios.

Asimismo, siete cámaras de video-vigilancia estaban instaladas en el perímetro exterior, sin carteles anunciadores.

Entrevistados con el propietario y tras pedirle las autorizaciones y licencias necesarias para realizar la actividad y apertura del negocio, así como para la instalación y uso de las cámaras de video-vigilancia, manifestó carecer de cualquier tipo de autorización.

Los residuos ocasionados eran gestionados directamente a un punto limpio.

Se han levantado actas-denuncia, remitidas a las Administraciones correspondientes.