Fiscal pide "valentía" para interpretar pruebas contra el acusado de la desaparición de dos hombres

La acusación apunta la inteligencia del procesado para "crear confusión" en su relato de los hechos

El fiscal ha mantenido su petición de 27 años y nueve meses de prisión para J.T. en su alegato final ante tribunal, al que ha pedido que "sea valiente" a la hora de interpretar la prueba a fin de condenar a J.T., a quien acusa de la desaparición de Ángel Benjamín C.C. en agosto de 2007 y de José Antonio Sánchez en diciembre de 2009, dada la "dificultad" de la misma, basada en su mayor parte en la declaración de los testigos.

El Ministerio Público, que acusa al procesado de dos delitos de detención ilegal sin dar razón del paradero, otros dos delitos de robo con violencia y uno de falsedad en documento oficial, ha señalado que ambas desapariciones conforman dos casos "calcados" con los que el acusado se encuentra "involucrado" ya que él fue "la última persona con la que se les vio" antes de que dejaran de dar señales de vida.

Así, ha apuntado la condición de homosexualidad de ambos desaparecidos así como los locales de ambiente gay que frecuentaban, hechos que están "unidos íntimamente" a la presencia del acusado, al que ha reconocido como "autor de los hechos" por ser, según las pruebas testificales, la última persona que mantuvo contacto con ellos antes de que desaparecieran, sin que hayan aparecido aún los cuerpos.

La Fiscalía ha apuntado así que, en el caso del ecuatoriano Ángel Benjamín C.C., el acusado ha explicado en sala que el día de su desaparición se había citado aunque, posteriormente, el encuentro se anuló. No obstante, ha apuntado que según la prueba pericial, los teléfonos de ambos hombres dieron señal la noche de la desaparición en el municipio de Fiñana y, a la mañana siguiente, en las inmediaciones de la vivienda del acusado.

Igualmente, ha incidido en lo "sospechoso" que resulta que el procesado preguntara a la pareja sentimental del joven y a un amigo por el paradero de Ángel Benjamín sin que hubiera trascendido suficientemente su desaparición, así como que un compañero de piso, que no ha comparecido en sala, asegurara que el acusado lo había llevado a San José en un vehículo de similares características al del desaparecido.

En esta línea, ha considerado suficientemente acreditado el delito de falsedad de documento oficial después de que se encontrara el vehículo del desaparecido con las placas dobladas cerca del domicilio de J.T. con efectos personales de ambos en su interior. Con esto, ha puntualizado también que algunos objetos como llaves, un reloj y una cámara de fotos del desaparecido se encontraron en la casa del desaparecido escondidos en una cajonera.

En cuanto al caso de Juan Antonio Sánchez, el fiscal ha considerado que la historia "se repite". Así ha apuntado que pese a que el acusado, que reconoció prostituirse con hombres en sala, ha negado cualquier tipo de relación con el desaparecido, los porteros de la discoteca 'Drácena' los vieron conversar frente al local así como marcharse juntos la noche de la desaparición del ejidense.

Asimismo, se ha basado en la declaración de los testigos a la hora de defender que Juan Antonio y el acusado se dirigieron juntos a una cochera frecuentada por este último. Así, unos vecinos han afirmado que vieron al acusado con "un español" al que, en el momento de abandonar el lugar, le exigía "un número secreto" o "contraseña" antes de que ambos montaran en un coche negro, conducido por J.T. y se marcharan, de forma que, cuando el vehículo regresó, volvió solo el acusado.

"cascada de indicios"

La acusación particular ha avalado la exposición de la Fiscalía y ha solicitado una agravante por abuso de superioridad ya que José Antonio Sánchez sufría una discapacidad del 47 por ciento que le impedía caminar con normalidad, toda vez que ha señalado la "cascada de indicios suficientes y bastantes" para que el acusado sea condenado unidos a la "personalidad" de J.T., al que ha atribuido, apoyada por la prueba pericial, una inteligencia "extraordinaria" y una gran capacidad para "crear confusión" en sus respuestas.

La letrada ha expuesto una serie de situaciones en la que el acusado habría sido visto con el coche de Juan Antonio Sánchez por una hermana de éste al día siguiente de su desaparición en Almería, así como en El Ejido posteriormente por otras personas y frente a la cochera en la que pernoctaba. En este sentido, ha rechazado la existencia de un tal "Simón o 'simo'" al que "ni identifica ni da noticias de su paradero" que le habría "prestado" un vehículo de similares características para que "lo probara".

Así las cosas, ha insistido en que tanto el desaparecido como J.T. fueron vistos la noche del 20 de diciembre 2009 antes de marcharse "juntos" frente al pub 'Drácena' por los porteros del local, quienes no le permitieron la entrada, por lo que el acusado telefoneó a emergencias y a la policía tanto desde su teléfono móvil como desde una cabina.

A partir de ahí, la acusación ha sostenido, a través de los testimonios, que el acusado y Juan Antonio se marcharon a una cochera en la que permanecieron cierto periodo de tiempo antes de abandonarla, siendo el desaparecido "intimidado" por el procesado, quien condujo su vehículo para volver más tarde solo; un periodo de tiempo en el que, también ha sostenido, habría pasado por su vivienda habitual según escucharon algunos vecinos.

La acusación ha respaldado esta teoría a través de la declaración del dueño de la cochera, que habría recibido una llamada del acusado para ofrecerle la venta de un vehículo, y la declaración de unos vecinos, que han asegurado que fueron invitados a un cigarro de la misma marca que fumaba el desaparecido y advertidos por J.T. para que hablaran sobre el hombre que le había acompañado la noche anterior.

Por su parte, la defensa, quien ha recalcado el "esfuerzo" pedido por el fiscal "para condenar al acusado", ha interesado la libre absolución para su patrocinado al considerar que "no se ha desvirtuado" su presunción de inocencia y al entender que se han vulnerado derechos fundamentales a la hora de tomar determinadas pruebas, para las que ha pedido su nulidad por haberse roto, según ha apreciado, la cadena de custodia o no haberse adoptado las suficientes garantías en registros.

Solo "sospechas"

La defensa ha subrayado también que contra el acusado solo hay "sospechas", pero no pruebas materiales que lo impliquen con la desaparición de ambos hombres, uno de los cuales mantenía una relación de amistad con el detenido, a lo que ha achacado que pudiera poseer en su domicilio algunas de sus posesiones.

En el caso de José Antonio Sánchez, la defensa ha apuntado que la investigación solo reconoce pruebas testificales y seguimiento de los terminales móviles mediante documentos "no contrastados". Con esto, ha apuntado que los vecinos que vieron al acusado llegar "con un español" a la cochera han negado que ésta tuviera algún tipo de cojera a la hora de caminar, si bien el desaparecido parecía esta discapacidad motriz.

Con todo esto, la defensa ha negado que existan indicios suficientes para culpar a su defendido de los delitos que se le imputan, toda vez que ha dejado ver que, según muchos de los testigos, el acusado era "buena persona" aunque "solitario", que "no era violento" y que el hecho de que mantuviera relaciones homosexuales, aunque no reconozca su condición —extremo que ha achacado a su religión— "no lo hace culpable".

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