La mayoría de las familias homoparentales en España se sienten integradas y prácticamente no experimentan episodios de discriminación, no obstante, el sistema educativo, los procedimientos jurídicos y administrativos, la filiación de los hijos y la posición de algunas instituciones como la Iglesia constituyen para ellas todavía un reto importante.

Así consta en una investigación del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid que se ha presentado este lunes de la mano de su autor principal, el profesor Santiago Agustín. El estudio, de conclusiones "positivas", concluye que el 80,3% de las familias se sienten apoyadas por su entorno y que el 90% reconoce que es objeto de "curiosidad".

La muestra tomada para el informe ha sido de 71 familias homoparentales —encabezadas por dos personas del mismo sexo e hijos menores— de nueve comunidades autónomas, la mayor realizada nunca en España y la tercera a nivel mundial. España, país en el que el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal desde 2005, es "pionero" en la integración y el "respeto" hacia estas familias, dice Agustín.

"Estos estudios son necesarios", ha asegurado en la rueda de prensa Isabel Gómez, representante de la Federación Estatal de Gays, Lebianas, Transexuales y Bisexuales, "nuestras identidades primarias se conforman en la familia", apunta. Recuerda que los homosexuales y bisexuales "tenían hijos antes de la ley" y que ella misma era "la única madre legal" de su primera hija mientras su pareja "no era nada".

"Nos miran con lupa", explica Antonio Ayala, de la Fundación Triángulo, que añade que "la homofobia es un odio que no se entiende" hoy en día y que todavía tienen que cambiar cosas a pesar de que en España estamos "en un nivel muy alto". Este estudio, dice Gómez, "nos lleva a decirle a este Gobierno que la marca España también está enriquecida por esta tolerancia".

La ley de 2005 dio a las familias "protección social", explica Gómez, que dice que cuando dos personas del mismo sexo forman una familia "debutan socialmente". "A nosotros nuestros niños nos sacaron del armario", añade, explicando que el 80% de la sociedad les dice "no pasa nada". El profesor, por su parte, habla de un "cambio radical" en la situación de estas familias desde hace unos años.

La investigación, de carácter "independiente", pone énfasis en varios elementos que habría que mejorar para una mayor normalización de las familias homoparentales, como el funcionamiento de la escuela concertada —según el estudio, un 84,9% de las familias con hijos en edad escolar "rechazaron explícitamente matricularles en centros religiosos"—; la fase de adolescencia de los menores; y la formación del personal sanitario y de la administración.

En España no existe un censo de familias homoparentales aunque, según el Instituto Nacional de Estadística, aproximadamente el 2% de los matrimonios en nuestro país se dan entre personas del mismo sexo.

La investigación sí refleja en su recogida de datos, sin embargo, la proporción en las familias formadas por dos hombres —19, un 26,8%— y por dos mujeres —52, el 73,2%—. La imposibilidad de gestación por parte de los varones es un elemento a tener en cuenta a la hora de explicar por qué hay menos familias homoparentales encabezadas por dos hombres.

De los entrevistados, el 59,2% ha tenido alguna dificultad jurídica o administrativa —más los hombres que las mujeres— por cuestiones relativas a la gestación subrogada, la adopción y otros incidentes puntuales, mientras que el 12,7% ha vivido algún incidente de discriminación en el sistema sanitario.

En general, según la investigación, el 54,9% de las familias se siente muy apoyado por sus familiares y el 25,4%, bastante. Aun así, un 40,9% dice haber sufrido algún tipo de rechazo dentro de ellas. En cuanto a la relación con los hijos, un 95,1% de las familias habla con sus hijos explícitamente sobre su orientación sexual y las diferencias de familias con otras.

La mayoría de los encuestados, el 59,1%, señala que sus hijos tienen como referentes afectivos principales no sólo a sus dos padres o madres, sino a personas externas al núcleo familiar como los abuelos, los tíos, o amigos de la familia, entre otros.

Por otro lado, el estudio indica que el 86,8% de las familias considera que su homosexualidad no influirá en la orientación sexual de sus hijos: "Mis padres eran heterosexuales y muy católicos. A mi no me influyó", dice uno de los encuestados. Respecto a la escolarización, hay tareas pendientes, como incluir en los libros de textos y resto de material didáctico los diversos tipos de familias, así como "una mayor formación" de los profesores, entre otros.

La mayoría de familias no detecta ningún efecto positivo o negativo de su modelo familiar a la hora de que sus hijos se relacionen con otros niños aunque existen situaciones preocupantes ya que el 20,1 por ciento afirma que en algún momento los menores han sido insultados. En el ámbito escolar, Agustín ha señalado que hay motivos para felicitarse y también para preocuparse.