La reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo propuesta por el ministro Alberto Ruiz-Gallardón sigue provocando reacciones adversas. En esta ocasión han sido las Xuventudes Socialistas de Galicia (XSG) las que han dado un golpe sobre la mesa para alertar al Gobierno de que esta ley del aborto "es una bofetada a los derechos de todas las mujeres".

Aitor Bouza, secretario xeral, ha exigido con una polémica campaña la retirada de una reforma "propia de tiempos franquistas". Se trata de la imagen de una mujer con la cara tapada en pose de Cristo crucificado bajo el lema 'Tes dereito á túa vida, tes dereito a decidir'. "Queríamos reforzar el argumento con una campaña intensa, como la que se está llevando a cabo por otros medios de ultraderecha en contra", asegura a 20Minutos.

El XSG es consciente de la polémica que puede levantar esta acción—respaldada por el Partido Socialista—, pero en ningún momento consideran que han faltado el respeto a una religión, como había asegurado el presidente de Nuevas Generaciones gallego, Javier Dorado, quien aseguró que habían profanado un símbolo religioso. "Puede tener polémica pero no estamos profanando nada. Sus declaraciones son ocurrentes y esperadas, porque no cree en la igualdad de la mujer. Si se dedicara a escuchar a los jóvenes seguramente estaría más conectado con la juventud", añade.

Su intención era "llamar la atención" para hacer ver lo que puede pasar con "una ley retrógrada como la que quieren imponer. Una ley que rompe la igualdad y nos deja a la cola de Europa en cuanto a los derechos de la mujer", afirma.

Gallardón es la cabeza visible de esta ley, pero señalan directamente al Gobierno porque "no la va a aprobar un solo ministro". Sin embargo, creen que el ministro de Justicia ha enseñado ya su verdadera cara. "Ha demostrado que no es lo que parecía. Lo 'progre' lo ha dejado en el tintero". Para él, esta ley es una más dentro de la "ideología de extrema derecha" del Ejecutivo, que no comparte los avances y "sigue al ataque de las mujeres y la propia sociedad".

La propuesta del Gobierno de Rajoy se basa en "razones ideológicas lideradas por la Iglesia Católica" y supone "volver a épocas pasadas de manipulación y adoctrinamiento".