330 años de cárcel para un pirómano de Sevilla por intentar matar a 53 vecinos de su bloque

  • Colocó varios artefactos en su bloque Las Naciones, en la Macarena
  • Los hechos ocurrieron en julio de 2009
  • Los vecinos muestran su "alegría y tranquilidad" tras conocer la sentencia
El condenado intenta golpear a un vecino cuando era conducido ante el juez, en 2009
El condenado intenta golpear a un vecino cuando era conducido ante el juez, en 2009
EDUARDO ABAD/EFE
El condenado intenta golpear a un vecino cuando era conducido ante el juez, en 2009

Ya hay sentencia. Rafael P. P., de 71 años, más conocido como El Francés o el pirómano de Las Nacionas ha sido condenado a 330 años de cárcel por intentar matar a 53 vecinos con una explosión después de varios años de desavenencias con algunos inquilinos y, en especial, con el administrador del edificio.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 17 de julio de 2009 cuando el acusado colocó unos artefactos compuestos por bombonas de butano, bidones de gasolina y de disolvente en el cuarto de contadores, en el ascensor y en varios rellanos de un bloque de 12 plantas ubicado en el número 30 de la calle Arquitecto Gómez Millán del barrio sevillano de Las Naciones, en la Macarena.

Destruyó el cuarto de contenedores

Primero, prendió el bidón que colocó en el portal. Después, la mecha del artefacto situada en el ascensor, que no llegó a arder. Y finalmente, lanzó una botella de gasolina en el cuarto de contadores, donde se produjo una fuerte deflagración que lo destruyó totalmente.

Rafael P. P. había preparado todo "minuciosamente" para que "al producirse la primera deflagración, el fugo se propagara rápidamente por todo el edificio", lo que de haberse producido habría tenido un efecto "devastador", con el incendio y posterior destrucción del edificio o parte de él.

Según la sentencia, Rafael, que en el momento de incendiar el bloque presentaba un trastorno paranoide de la personalidad y trastorno de ideas delirantes de tipo persecutorio, "se quedó esperando en la calle hasta asegurarse de que se producía la primera explosión". Después, "se marchó tranquilamente del lugar, aceptando el siniestro destino que cabía esperar de su macabro proyecto".

Los jueces consideran que está demostrado el ánimo de matar de Rafael P. P. y no solo de lesionar o "dar un escarmiento" a su vecinos, tal y como dijo en el juicio.

El acusado consideraba que sus vecinos "se estaban aprovechando de él, haciéndole pagar grastos inexistentes o que no tenía que abonar", lo que "le llevó a concebir la idea de vengarse" de ellos, advirtiendo a algunos de palabra e incluso por escrito de las consecuencias desastrosas que iba a ocasionar.

Seis años de cárcel por cada vecino

La condena de 330 años equivale a 6 años de cárcel por cada uno de los 53 delitos de asesinato en tentativa, junto a otros 12 años por delito de estragos y el pago de 238.950 euros a la comunidad de propietarios por los daños causados.

Dicha condena es una de las más elevadas que se recuerda en la Audiencia Provincial de Sevilla, aunque el acusado no superará el máximo de 25 años fijado por el Código Penal, y supera la petición del Ministerio Fiscal, que solicitó durante el juicio celebrado en los primeros días de abril una pena de 327 años de cárcel.

Hay que destacar que varios vecinos resultaron lesionados o intoxicados por el humo, por lo que la sentencia fija para siete de ellos indemnizaciones de entre 200 y 300 euros, además de 15.000 euros para cada uno de los residentes del bloque por el daño moral sufrido.

Los vecinos han mostrado su "alegría y tranquilidad al conocer la noticia. El abogado del acusado, Diego de la Cruz, va a recurrir la sentencia.

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